Categoría: Varia invención

  • Rosas de la infancia

    Una vez, en mi cumpleaños, me regalaron un zombi. Era la cosa más mona: gruñosito, apestosito, asesinito. Lindísimo. No podía esperar a regresar a clases para llevarlo a la escuela (todos los niños llevan sus juguetes luego de Reyes, luego de su cumpleaños, para presumirlo a sus amiguitos. Mis desgracias eran dos: la primera, que…

  • No tengo tiempo (de cambiar mi vida)

    Todos los días me levanto con la firme intención de hacer ejercicio, bañarme, escribir un poco e irme a la oficina antes de las nueve. Todos los días fallo miserablemente: me levanto tarde, prendo la tele, me hago pato, evito el baño muy ecológicamente, veo la tele, salgo corriendo a las nueve y media. Todas…

  • Es raro esto de mudarse

    Viví 16 años en un mismo lugar (la casa del Centro, de la que ya les he contado). Un día, nos fuimos mi hermano y yo de vagaciones a Acapulco -con una tía- y cuando regresamos, ¡estábamos mudados! Así que vivì 12 años en la nueva casa, la de Iztapalandia (donde al principio el silencio…

  • No de aguilita, ¡por favor!

    (Esta nota habla de baños públicos y miados; pero no es especialmente asquerosa) Estaba en el Palacio de Bellas Artes y tuve que entrar al baño. la fila era inmensa (cómo se nota que la mayoría de los arquitectos son hombres: casi todos los edificios tienen baños planeados para alguien que sólo va a bajarse…

  • Corazón de pollo

    1. Tengo que llamar a alguien y decirle algo que no le va a gustar. Sé que debo hacerlo (voy a hacerlo) pero sufro por adelantado, sólo porque sé que esta persona va a sufrir. O por lo menos, me hará un pancho. Despierto imaginando alternativas para no tener que decirle y descubro que mi…