Estaba la Raquelita muy mona en su compu cuando de repente le cayó el veinte: hoy se acaba enero. Quién sabe por qué falla cerebral la Rax pensaba que todavía quedaba como una semana o dos de este mes y la noticia le cayó tan de peso que véanla, hablando en tercera persona. Oso mil. Pero ahorita lo arreglamos y seguirá la nota como se debe:
*ruido de maquinaria que se reinicia, tuercas que chocan, entrada de windows 2.1*
Pues eso, que el fin de mes me cayó de sorpresa porque yo pensaba que todavía quedaba un montonal de días antes de pasar a febrero. Pero pues no, se nos termina enero y, con él, el experimiento de tratar de publicar diario acá en el blog. No cumplí la meta al 100: faltaron dos días. Mi pretexto (o razón o motivo, no sé) es que la última semana he estado primero enferma, luego triste y siempre desorientada (al punto de creer que todavía le quedaba una semana al mes). Pero creo que dos faltas en 31 días no está mal, así que en mis registros personales aparecerá como «prueba superada». Ahora tengo de aquí a mañana para decidir cuál será el quebradero de cabeza para febrero. Mientras, diré que publicar diario en el blog no es una empresa satisfactoria, así que no creo mantener el hábito. Acaso, procuraré publicar una o dos veces a la semana -creo que con eso será suficiente para tratar de mantener la costumbre sin agotarme o hartar a los hipotéticos lectores.
Pues eso. Y para cerrar, una foto de gatos, claro. Es Morris, el sorprendente gato escuadra.
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