Diez robos
Es todo lo que dice el papelito. Así que cada quién decida si son robos que ha sufrido, cometido o qué procede. Yo elegí de varios tipos:
- Cuando estaba en 5o de primaria me robaron un anillo que mi mamá me acababa de regalar. Lo busqué como loca, porque me hicieron creer que había caído en la basura. Grrr. Y nunca apareció.
- Cuando vivíamos en la calle de Perú mi papá dejaba el coche estacionado en el rumbo y ya en la noche lo llevaba a una pensión en la calle de Bolivia. Una noche, cuando mi papá y mi mamá iban a moverlo de sitio, los asaltaron. Les robaron lo que había en la cajuela del coche y lo que traían. llegaron a casa asustados y enojados.
- En Guanajuato, durante el Festival Cervantino, le abrieron la bolsa a mi mamá y le robaron la cartera. Para regresar al internado donde nos quedábamos tuvimos que subirnos a escondidas a un autobús, por la puerta de atrás, ¡y sin pagar!
- Una vez, a punta de pistola, asaltaron el café de un amigo en el que estábamos Alberto y yo. Luego de quitarnos pertenencias varias a los clientes y tomar lo de la caja, nos encerraron a todos en el baño de hombres.
- En 3o de secundaria me robaron el primer lugar de un concurso de ortografía. Éramos tres empatadas en primer lugar, una persona en segundo y otra en tercero. Hubo tres desempates. Al tercero, yo me equivoqué en una palabra, otra chica en una coma y la otra tuvo más de dos errores. Le dieron el 1er sitio a la de la coma y a la otra y a mí nos dieron… las gracias. Ni segundo, ni tercero, ni primer lugar b ni nada. Bien chafa.
- Yo le robé a un amigo un kct de Fernando Delgadillo (casero, de antes de que fuera famoso). Mi hermano me lo robó a mí y alguna amistad se lo robó a mi hermano.
- Estaba en primaria. Fui con mis papás a una tienda del ISSSTE… y me robé un bilé. Y me cacharon. No les dijeron a mis papás, yo creo que así de angustiada me vieron. Qué oso.
- En una tienda departamental gringa mi hermano echó en la bolsa de mi mamá unos broches para el cabello. Cuando ella los encontró, pasmada, él dijo: «los compré para mi hermanita».
- En otra tienda gringa me robé casi que sin querer un botecito de diamantina. Quería pedirle a mi mamá que me lo comprara, pero me lo eché en la bolsa de la chamarra en lo que ella se probaba ropa. Y lo encontré hasta la siguiente vez que me probé la chamarra. Ups.
- Cuando el segundo temblor del 85, el que fue de noche, mi madre y yo estábamos en la panadería, ya en la caja. Cuando se fue la luz nos salimos corriendo. Sin pagar el pan (pero al otro día regresamos a pagarlo y nos lo perdonaron).
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