Ayer regresé de Guadalajara, donde se presentó mi novela Ojos llenos de sombra en el marco de la Feria Internacional del Libro. La verdad es que todavía estoy muy emocionada, la experiencia fue intensa y grata y cansada y feliz y con sorpresas varias (de todo tipo). Tengo la firme intención de escribir una entrada más larga al respecto, para compartir la experiencia con la gente que sigue leyendo este blog a pesar de sus lapsos larguísimos de inactividad. Y también para que no se me olvide. Porque esta bitácora es una antología de cachos importantes de mi vida: unos que narro recién ocurridos; otros que rememoro tras muchos años; otros más, que cuento sin que hayan pasado en este universo, pero que me encanta la idea de que hayan sucedido en algún mundo paralelo.
Así que vendrá un post más larguito sobre la novela. Pero, mientras, un par de fotos: una es cortesía de Antonio Marts y la otra de Ceci Eudave. A ambos mi entera gratitud por haber estado ahí.
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