En mis recuerdos, yo elegí aplicarme a escribir y por eso no socialicé mucho en Banff. En mi libreta, parece que era un tema un poco más complicado y contencioso que una simple elección: otra vez aparece el asunto en la entrada de hoy hace un año:
26 oct
Pasa que soy muy mala para socializar. No se me da del todo. Ayer -olvidé escribirlo- supe que la esposa del papá de Erika murió en la semana. Me habría tenido que enterar antes, en FB :(
Hoy en la mañana, me senté a desayunar con Heather. Me cae bien. Se parece a Laura Lecuona :) Es amable pero no expansiva. Acabó de desayunar y se fue. Luego llego Gaby y platicamos un poco. Y cuando alguien más llegó, me fui yo.
En la habitación acabé de leer el libro de Kiyooka (?), Mothertalk; uno de guión y uno de storytelling -esos dos más en fast track. Luego de hacer ejercicio fui a devolverlos y me quedé un rato en la biblio.
Luego me fui al estudio y vi HIMYM. Empecé a elucubrar otro cuento. Mañana tengo que terminar dos textos.
En la noche fui al 3 Ravens, los que se van mañana invitaron. Me sentí bien pero mal. O sea, un rato socializo pero luego me canso :(
En fin. La cena en 3 ravens, deliciosa. Pedí un plato veggie de hongos en risotto y un napoleón -que es el mil hojas.
Antes, en el estudio, comí unos chícharos rebuenos y una comida de microondas medio meh.
Al terminar la cena le presté cinco dólares a Valentina. También le presté mi báscula a Alejandro.
Al terminar ahí se fueron a ver un corto sobre Gabriela. Yo me corté :( la verdad ya me sentía muy cansada.
¿Debería socializar más?
El 22 de octubre fue mi día no 16 en Banff. El resumen en Facebook dice:
Día 16 en Banff: desayuno con vista a la montaña, visita a los estudios de artes visuales (y una historia caprichosa que quiso empezar a formarse después de las diez de la noche).
El diario corresponde:
22oct2014
Soñé que vivía en Perú y que Primo y Morris eran semi-ferales y que Ruy, el etólogo, era un chamaquito de 13, 14 años (era Francisco Javier, un compañero de Estrella en Vizcaínas!) pero que yo sentía que el chavito estaba suplantando al verdadero Ruy.
Me levanté a las 7.30 pero tardé en ponerme en acción: apenas a las 9 estaba desayunando. Comí espinacas al vapor (kale mata a espinaca, definitivamente), un huevo al horno, a medio camino entre tibio y cocido (muy bueno), manzanita al horno, champis, yogurt y un pancito que creí que tenía crema pastelera. Y no, era crema de limón, yumi. Riquísimo.
Luego fui al gym. Vi un poco las noticias: hubo tres tiroteos en Ottawa! :( Le cambié al Food Channel, lo confieso.
Regresé al cuarto, hablé con mi papá y Alberto, me bañé y ya estoy en el estudio, pensando en ir a hacer lunch o hacerlo acá. Qué difícil. (Lo haré aquí, para cenar en Vistas, creo).
Estoy haciendo cuentas, y creo que de los diez cuentos que llevo, sólo dos no son de amor. :( Chale. Necesito escribir algo que vaya de otra cosa.
12 de la noche
Sí, luncheé en el estudio (yogurt, zanahorias y una maruchán) y luego fui a los pone studios de artes visuales. Realmente tenía la itnención de ir a una tocada de música indie a las 7.30 y al festejo de Alejandro, pero me regresé al estudio, fui a Vistas a cenar y de nuevo al estudio. Y es que traigo el ánimo cucho.
Mañana se van a Texas mi papá y Mary -sé que es ridículo extrañarlos más, pero así es. Además, la cosa con los gatos no va bien. Y, para colmo, los estudiantes de Guerrero desaparecidos. Yo sé que es absurdo sentirme así, pero como que estar yo acá y ellos desaparecidos, y tantos asesinados, y tantos en pobreza extrema, y Alberto lidiando con los gatos, me hace sentir de algún modo indigna :(
Para más colmo, hoy no trabajé. Me choca cuando pasa.
Eso sí, cené bien: pollo en salsa de blue cheese, tantita pasta a la florentina, verduras, pastelitos (un trozo de cheese cake, uno de banana-chocolate y uno de sandcake). Café.
Y otra vez mientras digo lo que comí me siento culpable. Habrá que trabajar en eso, porque al mismo tiempo creo firmemente que la literatura, el arte, importan. Ayudan a curar. A impedir que asumamos la violencia, la injusticia, como una «normalidad», dice Alberto, y creo que tiene razón.
Pues eso. Ah, y creo que ya tengo un plot para otro cuento.
En Facebook, además, escribí esto:
El otro día 16 en Banff: la impotencia, el coraje, la esperanza. No logro articular las palabras y por eso tomo prestadas las de María Elena Walsh. Se me quiebra la
Voz y por eso tomo prestada la de Mercedes Sosa. Dice:
Tantas veces me mataron,
tantas veces me morí,
sin embargo estoy aquí
resucitando.
Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal,
porque me mató tan mal,
y seguí cantando.
Cantando al sol,
como la cigarra,
después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.
Tantas veces me borraron,
tantas desaparecí,
a mi propio entierro fui,
solo y llorando.
Hice un nudo del pañuelo,
pero me olvidé después
que no era la única vez
y seguí cantando.
Cantando al sol,
como la cigarra,
después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.
Tantas veces te mataron,
tantas resucitarás
cuántas noches pasarás
desesperando.
Y a la hora del naufragio
y a la de la oscuridad
alguien te rescatará,
para ir cantando.
Cantando al sol,
como la cigarra,
después de un año
bajo la tierra,
igual que sobreviviente
que vuelve de la guerra.
Un día en el que hablo de un problema que me aqueja con frecuencia, Banff o no Banff… (y es entrada larga)
19 oct
Son las 12 del día y voy despertando. Por segunda vez. hoy. Y es que estaba molida. Pero vamos por partes: ayer, luego de escribir aqupi, me fui al primer piso (planta baja) de Lloyd Hall, que es donde quedamos de vernos con Carlos. Llegué unos diez minutos tarde y no había nadie.
Luego llegaron Pascale y Anna. Pascale es artista visual de Quebec. Llegó con un ucraniano, Alex, que se presentó como «just a random guy». pero luego resultó que hace música y explora bosques y trabaja en una compañía constructora, creo. Anna es sueca y es pianista. Luego llegó Adrien, que es alemán y vive en Nueva zelanda y es compositor. Mucho después llegó Carlos, crudísimo. Y entonces nos fuimos, primero al súper y luego a carretera. No nos pararon por no llevar el permiso forestal. Nos detuvimos en Lake Louis Village al baño y seguimos al lago. Estaba chispeando y hacía frío. Y el lafo se veía increíble. Una pareja con paraguas paseaba en el embarcadero, era una imagen hermosa y nostálgica.
Empezamos nuestro paseo a un lado del hotelazo de Lake Louise (el Fairmont) y caminamos primero al lado del lago, luego por una especie de puente de madera junto a un mini-lago (del otro lado estaba un poco de lecho de lago: supongo que en verano crece), por una ladera rocosa, por un bosque y por un caminito al lado de una pared rocosa imponente. Finalmente llegamos al lugar en donde está la casa de té -estaba cerrada, bu. Ahí un pajarraco y unas ardillas le robaban (bueno, mendigaban) comida a la gente. Comimos algo de lo comprado en el súper (yo compré almendras y un chocolate que no me gustó) y volvimos al camino. ¡Qué cosa, el glaciar! Es realmente impresionante. Y el frío que hace no te lo crees. El viento pega con fuerza en la cara, pero sólo a ratos.
Como el caminito final, un sendero de unos 50 centímetros, estaba todo lleno de nieve pisada, era un camino resbaloso y muy preocupante (había rocas sueltas de un lado y una pendiente muy inclinada del otro) pero llegamos al final. Desde donde estábamos se veía, muy a lo lejos, en la cima de una de las montañas, una cabañita. [El lugar se llama Plain of the Six Glaciers y, ahora me entero, es zona de muchas avalanchas. Muchas. Tipo que en verano se pueden escuchar cada hora o algo así. En invierno es un camino cerrado. Creo que nos tocó una de las últimas idas del año].
Al regreso me caí. Nada grave, un sentón por la nueve resbalosa del sendero de 50 centímetros. Así que continuamos por las piedras, que a ratos estraban cubiertas de nieve blanquísima. En el camino platiqué un rato con Anna y Pacale (Alex se regresó por el otro lado del lago) y me sentí un poco fuera de lugar. No sabría decir por qué, pero me sentí vieja y torpe. Así que tratpe de cambiar mi ritmo para no ir con ellas ni con Carlos y Adrien, que venían atrás. Y no es que hayan sido groseras o que me hayan tratado mal. Pero, haciendo memoria, concluí que con mucha frecuencia me siento así, como que no pertenezco, que no encajo con la gente a mi alrededor, que me toleran pero que no soy una compañía grata. Sé que tiene mucho de malviaje pero es una sensación frecuente y desagradable.
En fin.
Llegamos al Fairmont y quisimos tomar el té ahí, pero pasaban de las cuatro y el té es de 12 a 3. Bu. El restaurante les pareció fuera de rango a Pascale y Alex (¿o fue sólo a Pascale?) así que nos fuimos al deli (despupes de esperar 15 minutos por una mesa y estar ya sentados viendo la carta. oso.).
Ahí pedí un té de menta y me quemé la boca bien gacho.
Y de ahí regresamos a Banff. Salió en 7.50 por persona. Como yo pagué la coca de Carlos en el deli, nomás le di cuatro dólatres. usé los dlls gringos que traje de Mx, no creo necesitarlos acá. Y como era su último día en Banff, ¿para qué quería dinero canadiense?
Le pusimos gas al auto y lo entregamos. Pascale y Alex se quedaron en el súper. Adrien y Anna se adelantaron para alcanzar la cena en el Vistas.
llegando al Centro Banff nos topamos con una venada con dos venaditos. Aw. ternurita. Nos despedimos Carlos y yo y llegando al cuarto, mensaje de Camila: Maclab a las 8. Eran 7:30. Así que descansé media hora y bajé al lugar. Comimos pizza (una buenísima de blue cheese con queso de cabra y champiñones) y papas dulces (camotes) a la francesa. me tomé dos cervezas y media y acabé molida.
Me la pasé bien, eso sí, aunque pasado un rato me dio la inquietud, esto de no encajar, de estar con demasiada gente. Porque estaba un compositor taiwanés (Wei Chie Jay Lin), Adrien, anna, Carlos, Alejandro, Gaby, Jimena, y varios más. Y sí, me dio el engente.
llegué al cuarto a la una de la mañana y dormí mal, con pesadillas de mucha gente en casa de mi tía estelita. En el sueño hablaban y hablaban y no me dejaban dormir. Le pedía a mi tía que me cambiara de cuarto y me mandaba a uno donde un gatito jugaba con un rascador con pelota (los llaman turbo)y no me dejaba dormir.
Desperté a las siete, luego platiqué un rato con Alberto, Mary y mi papá, que fueron a desayunar al italiannis, y me volví a dormir. Luego sigo, porque ahora iré al pueblo con Camila. Brb.
(1 am)
Pues fuimos al pueblo. Compré verduras y sopas. Ella, unos cigarros. Pasamos por una dulcería y Camila me invitó un chocolate con maple y macadamias delicioso. Regresamos al Centro y nos vimos de nuevo a las 3.30 para comer.
Luego, Camila y Jimena se fueron a caminar y yo me metí a la biblioteca. Saqué los tres libros de Alberto que tienen acá y devolví el de Juan José Rodriguez. Comencé el de Mothertalk y me encantó. Está genial. Es una especie de testimonial de una mujer nacida en Japón que emigró a canadá. Me está gustando mucho. Leí un rato en la biblioteca y otro rato en el estudio. A las 9 fui ooootra vez a Maclab: la despedida de Camila. Papas dulces y un café. Y luego, a eso de las 10, a la habitación. Platiqué por Hangout un rato con Alberto. Y ahora muero de hambre :(
Pero más bien creo que es hora de dormir.
Antes: ¡cómo me gusta la biblioteca! ¡Y qué sorpresa encontrar un libro de cómo envolver regalos y varios de Luis Felipe Hernández -quien, por cierto, le copió la dedicatoria a Alberto, hmmm.
Tamañana!
El 12 de octubre del año pasado fue mi primer día de no escribir. Tuve varios estando en Banff, ahora que me acuerdo. Los primeros me daba mucha angustia, sentía que estaba perdiendo el tiempo, pero luego vi que eran otra parte del proceso creativo y me calmé. En esta entrada se conmemora la primera hamburguesa que comí en Maclab -todavía las extraño, caray.
12oct2014
Ayer, luego de escribir mi entrada anterior, fui a sentarme con los fonquis a la orilla del lago. comimos almendras. me sentí a gusto. Luego regresamos al coche, a Banff. Devolvimos el auto rentado y subimos al centro. Comimos en Maclab. Pedí una hamburguesa con papas. Estaba lo máximo en la vida. Así, lo mega-máximo. Luego fuimos al lounge del 2o piso a vver una peli. Horrenda. Mal hecha. Con sus momentos pero, en general, espantosa –> «Stepbrothers», de Judd Apatow. Ese tipo tiene algo, es consistente en lo que hace, aunque es muy malo. Alguna vez tendría que escribir sobre eso -yo lo entrevisté cuando «Ligeramente embarazada».
Fue la última noche de Jacques aquí. Es buena onda.
Luego de la peli me fui a mi cuarto. Me puse a ver HIMYM y ¡al fin! me topé con que ya dijeron lo del premio de Alberto. No, miento: me enteré de eso antes de la peli.
Platiqué con mi papá en Google Hangouts, por cierto. Me quedé despierta hasta tarde para platicar tantito con Alberto, que en la madrugada se fue a Ecuador. Sé que esto es tonto pero lo extraño más al saberlo más lejos :(
Hoy tardé en pararme. Vi tele, noticias sobre el ébola. Me mensajeé tantito con Alberto, que ya estaba en Panamá, en escala. Desayuné nutrimeal. Me bañé. lavé ropa en la tina :P
Y ahora estoy en el estudio, tomando café. Un poco desganada, la verdad.
11.40 pm
No pude trabajar, seguí desganada. Y de veras traté, pero no hubi caso. Así que vi Netflix y luego me fui al pueblo. Fui a Safeway y a varias tiendas (hay una de cosas de navidad todo el año. Y no está nada mal, tiene una sección gourmet). Pero no compré nada. Y eso estuvo bien.
Regresé al estudio, tomé nutrimeal y me regresé al cuarto. Mi ropa se secó, excepto dos pares de calcetines :) Mañana toca País de Maravillas. Ah, y platiqué tantito con Alberto. Le está yendo bien en Ecuador :)
[La nota con la que puse esta foto en Facebook dice:
Día 7. Concluye mi primera semana en Banff. Domingo. Día de ir a la iglesia (bueno, yo no, pero seguro hubo quien fue a la iglesia), de ir al súper a comprar cereal (yo prefiero el Lucky Charms pero no faltará quien compre «sexcereal»), de ver cómo coexisten Navidad y Halloween en las tiendas de regalitos (y muchos osos y alces de peluche) y de recibir de visita a Soyun Pobre Venadito (que habita en la serranía). Y de darme de topes contra un texto, pero de eso no tomé foto. ¡Feliz semana a todos!
Qué curioso que en el diario no menciono la visita de Soyun, el final de la priemra semana, el descubrimiento del «Sexcereal», ¿no?]
La narración del 8 de octubre del año pasado es breve porque fue un día de mucho caminar (aunque en mi anotación no digo que estaba cansadísima, ja). Por cierto, la piña que menciono por ahí… todavía está conmigo :D
Y dice:
8 de octubre
En la mañana platiqué por skype con Alberto, tomé el nutrimeal y llené varias postales. Luego vine al estudio un rato y me fui a una caminata con Ronna, una guía de por acá. Costó cinco dólares y estuvo mega. Me gustó que Ronna nos contó la historia de Mary Schaffer Warren, una acuarelista que anduvo por acá y que, a principios del siglo pasado, se aventó a viajar por la zona con una amiga. Fueron las primeras mujeres en andar por acá con dos hombres ¡que no eran sus esposos! Y ella se dedicó, luego de las acuarelas sobre la flora de acá, a contar hitorias. Buenísimo, caray.
También nos contó de Leighton, un pintor que hacía carteles para la CRP (el tren) a cambio de comida, hospedaje y viajes. Que este cuate luego dio clases de pintura en el Centro Banff y que decía que el primer paso para escribir bien pintar bien es encontrar un sitio cómodo para sentarse.
Lo más raro/loco/lindo fue que esta chava, Ronna, hizo mucho énfasis en la necesidad de dejar que Banff se meta en uno y lo transforme. O algo así. Me movió algo. Creo que no sé describirlo bien pero tiene que ver con el cambio, el Mago del Tarot y una piña que me encontré :P
Una foto de ese paseo se usó como publicidad para siguientes excursiones. ¡Ahí salgo! :)
Por cierto, se me ocurrieron ideas para un curso de guión en Chignahuapan (Aguzar los sentidos y tal).
Luego, acá en el estudio, vi pasar a una marta, un mink o una comadreja. ¡Qué emoción!
Terminé un cuento. Al rato iré a ver a los mexicanos en el café de acá, qué nervios!!!