Autor: Raquel

  • Pequeños momentos de gran felicidad

    En la mañana me quedé pensando en las alegrías hechas de amaranto. Sonará cursi, pero se me ocurrió que les queda bien el nombre porque, más que un todo concreto, están compuestas de muchísimas pequeñas moronitas. Es decir, que la alegría no es una meta gigantesca o supertrascendente, sino la suma de detallitos… Chale, seguro…

  • memoria esquiva, recuerdos deformes

    Platico con mi papá sobre nuestra vida en el centro histórico. Y me dice que doña Esther no era la abuela de Lupita. Doña Esther vivía del otro lado de la reja siempre cerrada, enfrente del Loco.Ni él ni yo nos acordamos del nombre de la abuela de Lupita; pero sí de que la niña…

  • centro histórico

    vivíamos en una vecindad. a mí me daba pena invitar a mis amigas de la escuela porque en el portón había un puesto de revistas viejas y fritangas, atendido por doña Martha, una señora amable pero sucia. No que se viera sucia, sino que tenía el patio hecho una porquería, lleno de lodo y caca…

  • descanso dominical (y sabático)

    ¿Qué haces el fin de semana? Escribes guiones, juegas sims, lees a Darío Fo, ves la tele, hablas por teléfono, ves a tu amigo Guillermo y lo invitas a cenar, cancelas reuniones esperadas para hacer guiones; vas a Bellas Artes, caminas por la Alameda, haces guiones, te duermes satisfecha…

  • El fantasma de la oficina

    No de ésta: de otra en la que trabajé antes.Según, que es un muchacho morenito, delgado, de camisa blanca, que se aparece en el cuarto de copiado y pide que apaguen las máquinas que no estén en uso.Que es muy amable, pero pese a su constitución y edad, irradia cierto aire de autoridad, por lo…