Y de pronto es viernes

Ok, el lunes me paré de nuevo (luego de pararme y despararme) y fui a trabajar. Fue un día pesadísimo, juro que sentí como que era el doble o el tripe de chamba. Cuando finalmente guardé la lap para irme a casa, escuché a una chica de servicio social que decía: ‘¿weeeeeey? qué bueno que ya es media semana, ¿no?’

Exagerada. ¿De cuándo a la fecha se le llama ‘media semana’ al lunes? Pero resulta que cuando salí del trabajo -extraño- mi celular, que había estado ‘fuera de servicio’, marcó haber recibido 25 mensajes. De lunes, martes y medio miércoles.

Recordé mi cita sagrada con Mme Mergruen y Luisfey y me lancé a comer con ellos. Por suerte seguía siendo miércoles cuando llegué. Comimos, tomamos café, platicamos por horas. Llegué a dormir a las 12 de la noche.

Fue un sueño reparador, pero ahora que despierto, me entero que es viernes, que es último día para meter los papeles de la otra beca, que el próximo viernes me voy a Madrid, que falta muy poco para la presentación del libro de Alberto, que mañana participo en la mesa de presentación de la revista ‘Generación’ (Oaxaca 85, colonia Roma, ciudad de México, a media cuadra de la fuente de las Cibeles; 9 pm, 50 pesos la cuota de recuperación, incluye vino de honor y un ejemplar de la revista, con un magnífico texto mío, je), que ya pasó medio año, que faltan menos de 4 meses para la boda, que tenemos que ver departamentos, que me estoy volviendo loca.

¿Alguien sabe cómo bajarle un poquito el ritmo a la vida?

PD. Hoy amanecí convertida en la roncha humana. ¿Alguien sabe de medicina? ¿Qué es cuando se tiene pequeñas ronchitas, tipo salpullido, all over el cuerpo, rojas y llenas de comezón? (y eso no es exageración. sólo mi cara está libre de ellas).


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