Categoría: escritura

  • Por cierto

    Hoy amanecí sin sueño. Mala señal: cuando amanezco despierta es que

    1. dormí muy bien

    2. ando con los nervios al borde del colapso.

    Y no dormí muy bien.

    Ayer fue un día raro: hubo un momento en que de plano esperaba las risas grabadas y la musiquita de fondo, me sentía parte de un sitcom. Uno cruel.

    Va la historia (en corto) así:

    Me llama mi jefa a su oficina para felicitarme porque ganamos un premio nacional de periodismo (guión de mi autoría, qué honor, qué orgullo, espero que haya lana, blablabla). Me da la invitación para la premiación (próximo martes, 9 de la morninga, antiguo colegio de Medicina). Somos lo máximo, pues.

    Voy a comer.

    Regreso, y me salen con que mi jefaza me anda buscando. Pensé que la gente de la oficina estaba outdated, que no sabían que ya había hablado con ella y nos habíamos masajeado el ego mutuamente (todo te lo debemos a ti; no, cómo crees, sin tu trabajo esto no habría sido posible; etc).

    Pero no: una noticia nueva, contradictoria con la anterior, pero sin cancelar la anterior: quizá estén leyendo a una futura desempleada que irá a una premiación por su buen trabajo el martes.

    Claro, la culpa no es de los seres humanos, sino de las corporaciones. Tal vez la Pingüirena Diabólica se ha apoderado de mi sacrosanta empresa laboral.

    En todo caso… ¿no es absurdo?

    PD. Por cierto, ayer entrevisté a Luis Pescetti. I sucked big time, y no hablo de un momento erótico: estuve de la verrrrrrrrrrga (de nuevo, no es un momento erótico): toda nerviosa, sin saber bien qué hacer o qué decir (de nuevo: no es un momento erótico). Veamos si se puede sacar algo de mis balbuceos clichesosos (cliche-sosos). Por lo menos el señor habló bien, y supongo que eso es lo que cuenta.

    (Entra cortinilla institucional, Rax mira a la cámara y ríe afablemente. Corte a negros y entran créditos)

  • De Bradbury

    «(…)si uno escribe sin garra, sin entusiasmo, sin amor, sin divertirse, únicamente es escritor a medias. Significa que tiene un ojo tan ocupado en el mercado comercial, o una oreja tan puesta en los círculos de vanguardia, que no está siendo uno mismo.. Ni siquiera se conoce.

    Pues el primer deber de un escritor es la efusión: ser una criatura de fiebres y arrebatos. Sin ese vigor, lo mismo daría que cosechase melocotones o cavara zanjas; D’s sabe que viviría más sano».

    Ahora entiendo mi problema: estoy bien de fiebres y arrebatos, no me falta el entusiasmo (la garra la oculto porque espanta a la gente en el metro -nunca han visto a un semi-demi-lobo?); me divierto. Pero no escribo. ¿Seré escritor a medias? ¿Seré media de escritor? De ser así, se explica por qué a veces despierto oliendo a patas.

    Voyme a trabajar

  • Zen en el arte de escribir

    Estoy leyendo ‘Zen en el arte de escribir’, de Ray Bradbury. Está lindo. Va, de ahí, esta frasesuca:

    Todas las mañanas salto de la cama y piso una mina. La mina soy yo.


    Después de la explosión, me paso el resto del día juntando los pedazos.

  • Nuevos viruses

    Me pidieron una historia weirda para un proyecto en especial. Y como me pasa siempre que me piden una historia específica, cada que trato de pensar en algo, llego al Nirvana (mente totalmente en blanco). Es como cuando trato de recitar la tabla del 8. O la del 7.

    En fin, maquinar y maquinar y maquinar me lleva solamente al agotamiento total.

    Anyway, con esto de la neumonía atípica, se me ocurrió una idea a principios de la semana. Y con la foto que me hallé hoy, creo que termina de redondearse. Habrá que ver. Si queda, se las cuento.

    ¿Aceptas compartir tus virus con esta mujer...?