La verdadera higiene mental
Está decidido: la dueña de el aljibe y yo cambiaremos de giro: encerraremos las palabras en una caja y sacaremos el detergente en polvo. Seguramente, el negocio empezará a tropezones: la gente está acostumbrada a lavarse los codos y atrás de las orejas (y eso, a veces); pero no a hacerse lavativas cerebrales.
Yo recomiendo la siguiente tabla:
1. Se pone un corcho en la oreja derecha (en la izquierda si se es zurdo, en la derecha superior si se es venusino).
2. Se inclina la cabeza hacia el lado del que está el corcho.
3. Se mete una manguerilla o un popote o una tripa de cordero (vacía!) en la oreja sin corcho.
4. Se deja pasar el agua por la manguerilla. ¿Cuánta agua? Depende de la cabeza: se puede saber la cantidad mirando los ojos, como en las caricaturas. Cuando los globos oculares muestren dos terceras partes llenas de agua, es suficiente. Más agua haría imposible el paso 6).
5. Se añade una cucharadita cafetera de shampoo o jabón en polvo (para cerebros delicados, vel rosita*). Se pone un corcho en la oreja (quitando primero la manguerilla!)
6. Se agita vigorosamente la cabeza. Tiene que hacer un saludable whoosh whoosh. Si no hace ningún ruido, es que hay demasiada agua, y entonces no habrá oportunidad de que se mueva adecuadamente el agente limpiador. Si hace un ruido parecido a eki eki eki ziponnnnng, es normal en el caso de los venusinos. Terrestres que presenten ese sonido, sean zurdos o diestros, deben acudir al terapeuta más cercano.
7. Se deja reposar el agua durante unos minutos (no menos de 3, no más de 145769).
8. Se inclina la cabeza a la izquierda si se es progresista, a la derecha si se es neoliberal. Se quita un corcho (el que queda arriba) y se inserta en el la manguerilla.
9. Se pone un plato bajo la oreja aún tapada. Se descorcha y se sopla gentilmente por la manguerilla (un extremo en la oreja, el otro en la boca).
10. Se puede repetir el proceso, pero no es necesario: los pensamientos ya están limpios y si queda algo de jabón, la naturaleza es tan sabia que los sesos funcionan como los moluscos perleros: crean una rebaba alrededor de la partícula extraña. Sólo que en vez de perlas, se llaman ideas geniales.
Lo sé: es engorroso y cansado, además de que si no hay manguerilla es todo un caso tener que matar una oveja para quitarle una tripa. En ese caso, pueden ustedes acudir al establecimiento que pusimos Erika y yo. Esta semana, por inauguración, el café y las galletas de animalitos son gratis.
*Yo no sabía que Vel Rosita le pertenecía a Colgate. Cada día se entera una de algo nuevo…
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