Recordando a la Piraña Humaña

Todavía me acuerdo de cuando me convertí en La Piraña Humaña. Fue mi primera incursión en el mundillo de los superhéroes y –debo admitirlo– fue por el lado equivocado. Pero es que los Villanos también cuentan!

Fue más o menos así:

Yo tenía 17 años y fui al acuario de la Torre Latino en compañía de algunos amigos. Vimos la pecera con las pirañas. Me retaron (mis amigos, no las pirañas) a meter la mano. Yo, valiente como toda teenager que se precia de haber sobrevivido al Ataque de los Zombies del Frijol, no podía decir que me daba miedo que los animalitos me cercenaran la manopla y me dejaran como a Luke Skywalker. Además, recordé que las pirañas atacan en grupo -por lo que un par de ellas no me podían hacer absolutamente nada. Metí la mano.

PERO con lo que yo no contaba (cómo iba a saberlo, si no era un narrador omnívoro… quiero decir, omnisciente) es que, dos años antes…

(FLASHBACK) Río Amazonas.

Cuadro uno: Un doctor con cara de loco hace experimentos a la orilla del río.

Cuadro dos: Detalle al laboratorio portátil del doctor con cara de loco: señales de ‘radiactivo, manéjese con cuidado’.

Cuadro tres: El doctor levanta con aire triunfal un tubo de ensaye que contiene un líquido verde neón, burbujeante y amenazador.

Cuadro cuatro: Salen la tribu Obembe de entre los arbustos. Devoran al profesor y el tubo de ensaye queda abandonado a la orilla del río…

Cuadro cinco: Gotas verde neón caen en el hociquito de una piraña

Cuadro seis: Hombres con gafetes de ‘Acuario de la Torre Latino, S.A.’ pescan una piraña de aspecto luminiscente y mirada humana.

(VOLVEMOS AL ACUARIO)

Pus ya está: meto la mano, la piraña radiactiva me muerde, caigo al piso del dolor, me llevan a casa, tras larga agonía en la que cada una de mis células muere y renace (ouch!) logro levantarme, pero yo ya no soy yo… ¡Soy la Piraña Humaña!

Tengo dientes filosos, mirada asesina y deseos de VENGANZA… Muahahahahaha

Y nada, comienza una época de terror en la ciudad de México, porque la Piraña Humaña se come vivas a sus víctimas para robarles el reloj y la cartera… Tiene especial predilección por los machines misóginos que se fingen caballerosos y los que se asumen como machines misóginos (los atrae con su otra identidad, la de adolescente zonza y romántica; y a la primera señal de desprecio o condescendencia… ¡zaz! aparecen las hileritas de dientes…)

Terror: la ciudadzota se empieza a percatar del perfil psicológico de las víctimas cuando mueren, una misma noche, Arjona, Paco Stanley y cierto escritor alternativo que decía que todas las mujeres son unas putas, o flores en el campo dispuestas a ser re-cogidas por él (omito el nombre por respeto a sus descendientes o por miedo a represalias en caso de que haya resucitado tras el ataque).

La cantidad de hombres machinomisóginos es tan grande, que comienzo a subir de peso, a causa de esta dieta de colesterol y rencores concentrados. Cuando llego a los 1600 kilos me vuelvo sospechosa, y tengo que comenzar una dieta para volver a mis 65. Por lo tanto, sigo matando pero comiendo solamente la ‘carne magra’. Difícil, porque muchos de estos cochinillos están cebados con cerveza, lo que aumenta su aportación calórica.

En todo caso, vuelvo a mi peso, dejo de ser sospechosa, los asesinatos siguen, mis dientes se aguzan, me salen escamas en las axilas, voy diario al acuario de la Torre y le empiezo a decir ‘Mamá’ a la piraña que me mordió (jejeje, ‘la piraña que te mordió’ tiene el mismo ritmo de ‘la puta que te parió’)… y decido conquistar el mundo.

Ya saben: ‘Pirañas del mundo, uníos’; y esas cosas.

Pero entonces, jugando con mi Laboratorio de Química ‘Mi Alegría’, fisiono un átomo de uranio y la radiación me quita mis poderes…

¿Qué hacer? Vuelvo a la prepa justo a tiempo para reprobar el final de matemáticas (y cuatro rondas de extraordinarios).

Nota: Por supuesto que los efectos especiales son pirateados de otro lado: las células muertas y revivas son cortesía de Anne Rice y sus Libros de los Vampiros Ridículos; el flashback nos lo prestó generosamente un cómic de editorial Vid (por eso va en cuadros y no en acción continua), y lo de las florecitas del campo… realmente lo escribió el anónimo del que les platicaba.


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