Y como la Semarnat exigió que todos los pingüinos se queden guardaditos hoy, soltaré choro de otra cosa que ni al caso.
Ja.
Antier vi a Maribel, mi mejor amiga de la secundaria. Es muy chido seguir siendo grandes amigas y que nuestras conversaciones no se reducen al ‘¿te acuerdas…?’. Tenemos un presente y lo compartimos y platicamos y todo. Pero -claro- también estuvieron ahí los ‘¿te acuerdas…?’. Y nos acordamos.
Yo, en particular, me acordé de algunas historias de amor frustrado. Las primeras que tuve. Se sufre bonito al recordar los pasillos de la secundaria, a Guerra caminando en sentido contrario y sonriendo, sonriendoME. No es tan lindo recordar a su novia, tan alta y tan mayor (yo a los 13 era una mocosita sin mañas, qué barbaridad).
Demoños! Estoy perdiéndome en los recuerdos y creo que hay cosas que es mejor no poner por escrito, a menos que me decida a hacer my very own teenager flick. Así que mejor me voy a clase y a pensar cómo evadir los mandatos de la semarnat.
PERO si alguien conoce a Edgar Guerra Guerra, dígale que le manda saludos un fantasma del pasado (estoy segura de que no se acuerda de mí, mucho menos de mi nombre. Mejor díganle que Deíctico le manda saludos).
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