¿y tú para cuándo?

El escenario es casi siempre el mismo: una reunión familiar multitudinaria o un encuentro de exalumnos, examigos, excompañeros de algo. El chiste es que haya mucha gente a la que hace mucho no ves y con la que tienes una sola cosa en común: estar ahí. Y entonces, te pones a platicar con esa amiga/parienta/vaga conocida (a veces es un hombre, pero casi nunca) y, luego de medio minuto de charla intrascendente, suelta la bomba:

–oye, y tú, ¿para cuándo?

–para cuándo qué –contesto yo, porque, aunque sé perfectamente de qué hablan, prefiero hacerme un poco güey

–para cuándo te animas –y le echan una mirada de reojo a sus hermosos hijos, tan rozagantes y bieneducados que, por supuesto, hacen que me muera de ganas de apuntarme con una docena

–¿a qué?–sigo haciéndome güey

–aaaay, cómo eres… a tener hijos…

Y aquí comienza el infierno, queridos. No porque me incomode especialmente que todo mundo crea que tengo obligación de contribuir a la sobrepoblación del planeta, sino porque -y esto es lo terrible- las normas sociales parecen indicar que cualquier persona tiene derecho a meterse en tu intimidad y cuestionar tu decisión de tener o no familia; pero que, al mismo tiempo, tú no tienes derecho a cuestionar la de ellos. Me explico: supongan que la conversación sigue así:

YO: ¿hijos? Bueno, pues me parece que ya hay muchos niños en el mundo, que la situación económica es grave, que no sabemos si habrá agua para todos dentro de treinta años.

ELLA: Ay, bueno, pero… ¡es tan hermoso tenerlos!

YO: Supongo que sí, pero no creo que sea nada hermoso decirles: «hijos, este mes no comen porque su mami es freelancer y no le tocó chamba esta vez»

ELLA: Pero si te esperas a tener una mejor situación económica, tal vez sea demasiado tarde…

YO: Siempre se puede adoptar. Hay suficientes niños sin padres en el mundo, ¿no?

ELLA: Adoptar no se compara con tener tus propios hijos…

YO: ¿Cuántos has adoptado tú?

ELLA: …

YO: Eso pensé. Además, si yo tengo un hijo, quiero criarlo yo, no dejarlo en casa de quién sabe quién a que le inculquen quién sabe qué hábitos…

ELLA: A mi nena la cuidó siempre su abuelita…

YO: Qué suerte de tu nena de tener una abuelita. Mi mamá murió de cáncer cuando yo tenía quince años, tras largos meses de terrible sufrimiento. Así que no cuento con esa opción. E

LLA: No sabía…

YO: Pues ya ves. Además, yo pienso que la crianza de los hijos es un proyecto de vida que requiere de tiempo y vocación. Respeto mucho a quienes toman esa decisión, sobre todo, porque creo que no es para todos.

ELLA: Bueno… es que una tiene como un sexto sentido…

YO: Cuando dices «una», ¿te refieres a ti o a tu mamá?

ELLA: …

YO: …

Y al final, queridos lectores, ¿a quién tachan de antisocial y de brusca y de intolerante? (y eso que no inventé un cáncer de ovario o un historial de maltrato infantil con mis alumnos de kinder o algo así). Una versión corta es:

ELLA: ¿Y para cuándo te animas a tener un bebé?

YO: Perdona, pero no me parece adecuado discutir contigo mi vida sexual. Porque, ¿sí sabes que para tener un bebé hay que concebirlo, no? ¿y que eso implica una relación sexual, no?

ELLA: …

Y de todos modos, ¡resulta que la intolerante soy yo! La próxima vez voy a decir que lo he intentado por diez años y lloraré amargamente. A ver si así no me dicen que la políticamente incorrecta soy yo.


Comentarios

6 respuestas a «¿y tú para cuándo?»

  1. Mi querida Rax: La última solución que da usted es bastante buena, funciona muy bien. La otra se la oí a un jefe mío: «¿Y por qué no quieren tener hijos? ¿que a tí no te gustan los niños?» – decía la chismosa. Y contestó mi jefe: «Me encantan. Pero dice el psiquiatra que hasta que entienda que no se comen con salsa inglesa, no es conveniente que mi esposa se embarace».

  2. jajajaja no inventes, me senti identificada totalmente con tu post y sabes qe, yo ya aprendi qe diga lo qe diga, mientras no tenga hijos seguire siendo la antisocial, intolerante, etc. y pues la vd qe importa, no????

  3. Avatar de Amalthea
    Amalthea

    jajaja a mi me pasa igual!!! Y he preferido el diálogo que dice que mejor me compraré un perrito al que le de gusto cuando llego a casa aunque sea adolecente.

  4. Avatar de bandala
    bandala

    ¿Te puedo nombrar mi vocera?

  5. Cin:
    La solución de la salsa inglesa suena apetitosa :)

    Claud:
    Pus ni qué hacerle, a tener paciencia y seguir de intolerantes :)

    Amalthea:
    Incluso puedes preguntarle al interlocutor si se le ocurren nombres para el perrito. Pa que se sienta involucrado :)

    Bandala:
    Por supollo que sí :)

  6. Creo que elchoms tiene razón, debemos crear un grupo de «Chicas Insomnes» porque ya vi que habemos muchas (sólo que a mí me molestan con aquello del matrimonio).

    Además a mí me pasó que esta semana que me encargaron pasar por mi primito a la escuela. Debo hacer notar que lo olvidé 2 veces y en la segunda me hablaron de la escuela jeje (real).

    Saludos zombis!

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