Categoría: Varia invención

  • Corazón de pollo

    1. Tengo que llamar a alguien y decirle algo que no le va a gustar. Sé que debo hacerlo (voy a hacerlo) pero sufro por adelantado, sólo porque sé que esta persona va a sufrir. O por lo menos, me hará un pancho. Despierto imaginando alternativas para no tener que decirle y descubro que mi…

  • El número que usted marcó…

    5-26-33-26. Me lo aprendí desde pequeñita, junto con la dirección (Perú 136, interior 4) y mi nombre completo (nombre artístico, en aquella época), «Caquel Cato Miau», que era más fácil de pronunciar y más interesante que Raquel Castro Maldonado. Mi mamá insitía en que debía saberme esos datos por si me perdía (eran tiempos más…

  • Jijas chamacas maldosas

    –¡Jijas chamacas maldosas! ¡Sáquense a su salón!Quizá no fueron exactamente esas las palabras, pero seguro fue algo por el estilo lo que nos dijo doña Mari cuando nos vio jugando guerritas de yeso. Por supuesto, Carmen y yo brincamos del susto, pero cuando vimos quién era, enfurecimos:–¿Y a ésta qué le importa?–me dijo Carmen al…

  • Comezón en el pie

    Desde que era muy niña, mis nervios tienden a jugarme malas pasadas. Una de las peores es, precisamente, la comezón en la planta del pie. Pero mis nervios no son amateur: eligen muy bien el momento de la comezón. Por ejemplo, puedo sentir incontrolable necesidad de rascarme la planta del pie cuando traigo medias y…

  • Ecos congelados

    Vivimos con los ruidos extraños toda la infancia. Mi mamá decía que eran ecos congelados: sonidos que se guardaban en las paredes, luego de tantas y tantas repeticiones, y que cuando las condiciones climáticas eran adecuadas, se reproducían. Y si no había encima otros ruidos cotidianos, incluso se escuchaban. La casa era muy vieja y…