Todo, nada
No he dormido bien. Es decir, he dormido bien, pero no lo suficiente. Anoche transité de Mundo Vigilia a la Tierra de los Ronquidos con un pensamiento extraño: ¿por qué en ocasiones se aclara que tal o cual personaje durmió ‘poco y mal’? ¿Habrá quien pueda decir que durmió ‘poco y bien’? Estos días, o mejor dicho, estas noches, mi paso por Ronquidolandia se reduce a cinco o seis horas raquíticas y veloces. Y lo único que me queda a la mañana (además del dolor de espalda, los ojos rojos y el mal humor) es la sensación de que es imposible dormir ‘poco y bien’.
Si pudiera, me iría ahora mismo a la cama, cerraría los ojos y soñaría en tecnicolor unas doce o quince horas. Despertaría con la voz en off del Narrador Omninarrante que anida en mi cabeza. Diría más o menos:
«Rax despertó con el corazón ligero y el alma sonriente: por fin había dormido mucho y bien».
Claro, el Narrador ése es medio rancio (no sé cómo decirlo, horror. Si fuera inglés, diría ‘cheesy’)….
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