Farsa navideña, parte tres
En la entrega anterior, José se entera de que su novia, María, va a tener un bebé. La familia de José está furiosa (menos su abuelo, quien está feliz de que va a ser bisabuelo) y planean obligarlo a matrimoniarse (a José, que no al abuelo). Y todos los personajes hablan al mismo tiempo, unos, discutiendo una posible infidelidad del padre de José (y Raquel e Irving, discutiendo lo herético que resultaría poner eso en una obra de teatro para una iglesia).
RAQUEL:
¡Ya basta!
Salen todos, excepto Raquel e Irving.
IRVING:
¡Chale! Nuestras fantasías están bien gruesas…
RAQUEL:
Bien gruesas… bien gruesas… con una cosa de ésas nos corren de la Iglesia… piensa en otra cosa.
IRVING:
Déjame pensar…
Irving se sienta al piano. Entra el abuelo y canta la canción del abuelo(1).
IRVING:
Bueno, y a éste, ¿quién lo puso a cantar? ¿tú escribiste esa canción?
RAQUEL:
¿Yo? ¡Yo no escribo canciones! ¡Tú eres el que escribe canciones!
IRVING:
Sí, pero yo no hice esa canción.
ABUELO:
No, joven, la hice yo. Soy compositor y cantor en la sinagoga de Nazaret.
RAQUEL:
Pero necesitamos una canción de Navidad, no de Januká.
ABUELO:
No sea burra, jovencita. Los judíos celebramos Januká, no la Navidad.
IRVING:
Pero esta es una obra de Navidad.
ABUELO:
Ay, ustedes me caen bien, les voy a hacer un favor. Vuelva a tocar.
El abuelo canta la canción del abuelo II(2).
IRVING:
¡Buen intento, viejo! Pero…
RAQUEL:
Irving, no es psicológicamente sano que discutas con tus fantasías.
Sale el abuelo, despidiéndose del público.
IRVING Y RAQUEL (con cara de agotamiento):
Y ahora, ¿quién podrá defendernos?
RAQUEL:
No empieces, ahorita se va a aparecer el chapulín colorado.
IRVING:
Eso sí será decadente; pero no te preocupes, no tenemos vestuario, no lo vamos a llamar.
RAQUEL:
¿Por qué no? Es bien fácil. Necesitamos un muchacho (entra un muchacho). Le ponemos un suéter rojo (se lo pone). Antenitas de vinil (idem)…
IRVING:
¡Y botas de bomberos! (el muchacho se pone una)
RAQUEL:
¡No! Tenis amarillos. (el muchacho se pone uno en el otro pie). Helo ahí: ¡el chapulín colorado!
Irving y Raquel lo observan, sumamente extrañados.
IRVING:
Raquel, eso más bien parece un marciano.
RAQUEL (tras pensarlo un poco):
Yep…
Se va el Chapulín.
Notas al pie:
1. Las canciones realmente fueron escritas y musicalizadas (no por nada Irving es Irving). Supongo que él debe tener aún la letra y música de ellas. En este caso, se trataba de una canción sobre el festejo judío de Januká, y no tenía absolutamente nada que ver con la Navidad (que, como bien acota el Abuelo, no es celebrada por el pueblo judío).
2. La segunda versión de la rola es idéntica en todo a la primera; la única diferencia es que la palabra ‘Januká’ se sustituye con ‘Navidá’. Pero sigue hablando del milagro del aceite, la liberación de Jerusalén, del Templo re-santificado. Es por eso que no aceptamos la contribución del anciano cantor de la sinagoga de Nazaret.
continuará…
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