Tos y agujas

La cita con el acupunturista es hoy, pero creo que voy a cancelarla: ya inició en la mañana mi nueva terapia con agujas, porque la tos no ha parado y más vale controlarla primero y luego ir con la medicina alternativa. Dicho de otro modo… inyecciones. La primera de tres. (Y mientras escribo esto, la tos sigue…)

Causa de la tos, no pude ir a Guadalajara.

Causa de la tos, no pude ir a mi clase el sábado.

Causa de la tos, no he podido dormir y estoy de un humor bastante desagradable.

Pero a ver si con esto de la penicilina se soluciona todo el bisne.

(Me preocupa esta tos, ¿saben? no me gustaría que fuera parte de mí los próximos 60 años, aunque en ese caso, tal vez rompería un récord guiness y saliera mi foto en los periódicos… fama, fortuna, conferencias, nuevas modas: la gente intentaría (sin éxito) imitarme.

La música evolucionaría portentosamente: en vez de batería, gente tosiendo marcaría el ritmo. La educación de la sociedad misma sería distinta: a quien no tosiera durante la película, se le tacharía de descortés: ‘tose, qué no ves que estamos viendo la peli?’.

En las escuelas de modales enseñarían a toser con fuerza y precisión. Los diferentes tipos de tos indicarían si una señorita está coqueteando o desdeñando a un galán.

(…) *pausa en la que releo lo que escribí*

Creo que DE VERDAD necesito dormir…


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