Pues me siento ya mejor. Un par de pastillas, descanso y mucha agua, un aguacero fenomenal, ExistenZ (que no la había visto), una inyección de trinitotoloeno plus y ¡como nueva!
Lo que no entiendo es por qué amanecí con la lengua color verde cielo…
Hoy toca trabajar. Deíctico escribió un email: está de visita en casa de Incannus. Bien por él. Ojalá no de demasiada lata (es un aliviane: como dijo Confucio: «cuando se tiene la lengua color verde cielo, no dan ganas de cuidar pingüinos«. )
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