Autor: Raquel

  • Descansar de la pasión

    Cuando yo era niña, mi abuela se tomaba muy en serio la Semana Santa: teníamos que ir a la Iglesia todos los días, estaba prohibido prender radio o tele, incluso se usaba luto el viernes y ropa blanca el domingo.

    De todos los servicios religiosos, el que menos me gustaba era, precisamente, el del viernes santo. Consistía (supongo que aún consiste, pero no he ido en años) en un sermón eterno (más de tres horas) compuesto a su vez por siete sermones tamaño regular: uno por cada frase soltada por Jesús en el Calvario. Entre sermón y sermón, cantábamos himnos alusivos. Todos bien fúnebres y tristes, excepto uno que según yo decía:

    Junto a la cruz don Jesús murió

    Yo decía: ‘ah qué don Jesús. No esperó a que lo treparan a la cruz y se murió a un lado… del susto, yo creo.’ Y mucho tiempo le dije ‘don Jesús’. Ya luego mi madre me explicó que era ‘do’ y no ‘don’, y que era un apócope (creo que esa es la palabra) de ‘donde’, como ‘pa’ lo es de ‘para’. (Mi mamá, recordarán, era maestra de lectura y redacción, y salía con sus esnobadas muy seguido. Y más esnob era yo, que me encantaba escucharla hablar de retórica, onomatopeyas, deícticos y palabrejas semejantes).

    Bueno, con lo de que era ‘do’ y no ‘don’, la cancioncita perdió todo el chiste. Tan bonita que estaba…

    ***

    No ha sido la única ocasión en que me pasa algo así (de que mi duro oído musical convierta las canciones en cosas más interesantes de lo que son en la vida real). En la primaria nos enseñaron a cantar ‘Mamá Carlota’. A mí me encantaba. Era una canción mágica. Y es que decía:

    Alegre el marinero

    con voz pausada canta

    y el ancla se levanta

    con extraño rumor.

    La nave va en los mares

    botando cual pelota.

    Adiós, mamá Carlota;

    adiós, mi tierno amor.

    Y yo, quien un día habría de ser guionista, pero aún no lo sabía, imaginaba el cuadro: un marinero viejo, vestido a rayas, cantando muy despacito, suave. Y que por efecto de su canto (mágico, sin duda) el ancla, sin ayuda humana, pesada y grandota, comienza a levitar, hasta quedar como un papalote por encima del barco. Todo esto mientras el ancla suelta un sonidito, como un murmullo en otra lengua (el extraño rumor).

    Entonces, y de repente, el barco comienza a botar como pelota sobre las aguas: ¡boing, boing, boing! pegando brincos gigantescos, todo mientras el ancla flota en el aire.

    Y mamá Carlota, una mujer gorda y chapeada, se asoma a la cubierta del barco. El marinero le hace señas de despedirse de ella. Y ella, enamorada, le responde ‘adiós mi tierno amor’. Y, claro, se va en el barco mágico.

    Ahora que me la han explicado, la canción perdió mucho encanto. Ni modo. (Por cierto, recién m entero que la letra es de Vicente Riva palacio. ¿qué tal?).

  • ¿Cómo resistirnos a la tentación de la pasión?

    Dos notas tomadas de un periódico sudafricano:

    CON GRAN PASIÓN: «De acuerdo con los oficiales presentes en el lugar de los hechos, ella les dijo que estaba tratando de revivir una escena de la película», dijo el sargento Darren Pearson. La película: La pasión del Cristo (claro). La mujer anónima, casada y en sus cuarenta, manejó su Chevrolet Lumina hasta un estanque en el parque de la ciudad para bautizarse ella misma, dijeron los oficiales. Fue llevada a un hospital para evaluación mental.

    Comentario al margen: Claro, ¿quién podría olvidar la emotiva escena de Jesús manejando su chevy para zambullirse en un lago?

    PASIÓN PERDIDA: Un hombre de Somerset, Vt, aparentemente trató de suicidarse: construyó una cruz en su sala de estar y trató de crucificarse él mismo: clavó una de sus manos a un brazo de la cruz. El hombre, de 23 años, se encontró entonces con un problema logístico: «Cuando se dio cuenta de que no podía clavar su otra mano, llamó al 911», dijo el sheriff Barry DeLong, quien añadió no estar seguro de si el hombre llamó para que lo liberaran o para que lo ayudaran a clavar su otra mano.

    Comentario al margen: ¿no se dio cuenta de que Jesús tuvo achichincles que se encargaron de ese trabajo sucio? supongo que estaba demasiado clavado en la historia para darse cuenta… jejeje.

  • Toma tu cruz y sígueme…

    Dijo en algún momento Jesús. Yo, obediente, hoy traigo una cruz tamaño familiar. La culpa es de los amigos que no se dan cuenta de que jueves no es lo mismo que sábado (y de Raquel, que no se da cuenta de que cerveza no es lo mismo que sidral). Y bueno… tuvimos una plática de machines, que ya nos hacía falta, y me la pasé cool con mis amibitos; pero ahora traigo un dolorcete de cabeza que para qué les cuento…

    Y toca clase. Y luego taller. Y no he mandado el argumento que me encargaron, ooops

  • Más mensajes crísticos

    Cuando yo era una linda darketita, hice una bonita traducción sobre un texto divis divis: Jesus was gother than thou.

    Hoy, por casi milagro, encontré la liga a dicha traducción.

    Para ustedes, con todo mi cariño, Jesús fue más gótico que tú. Faltan imágenes, pero en general, el documento se deja ver. (Y es que perdí el password y nunca podré actualizar la página).

    Que aproveche…

  • Requerimientos de Hacienda

    Ayer llegó. Ni siquiera es un sobre: apenas es una hojita doblada, con los bordes pegados entre sí, listos para ser cortados. Adentro, letras chiquititas, alusioes a no sé qué artículos de no sé qué ley, y, al final, -horror de horrores- la petición de que vaya y pague, aunque no dice qué hay que pagar o dónde me puedo enterar.

    Maldita sea.

    ¿No podrían mandar una carta más amena, con dibujitos, claridad y un FAQ?

    ¿Me irán a meter a la cárcel? ¿De veras debo dinero? Yo creía que no…

    Ahora sí urge encontrar al contador. Tengo 15 días hábiles a partir de ayer. Bujú.