Autor: Raquel

  • III. Donde Exigentina encuentra al monstruo viscoso

    Resumen de esta entrega:

    Exigentina encuentra al monstruo y su primera intención es huir, pero la curiosidad puede más que ella. El monstruo, que habla, le pide algo de comer y ella accede, súbitamente apiadada ante tanta fealdad. Cada día visita al monstruo y éste le platica historias maravillosas de una tierra lejana, donde reina el Caballero Perfecto. Exigentina decide que si con alguien se va a casar, será con ese personajo. El monstruo del árbol le pide que lo ayude a escapar y que a cambio, él la guiará al país del Caballero. Ella acepta, pero piensa que debe preparar muy bien la huída, porque la Bruja se enojará si descubre que ella había encontrado la llave y develado su secreto.

    Esa misma tarde, la Bruja recibe dos visitas: la primera es un viejo mago a quien la bruja robó su equipo de pociones. El mago exige que le devuelvan lo que es suyo y la Bruja se burla de él, porque ahora todo lo que puede hacer es convertir a la gente en ranitas pequeñas y verrugosas. Lo echa.

    El Mago apela al sentido de justicia de Exigentina, pero ella está demasiado ocupada planeando su escape y no considera oportuno ayudar a nadie más. El Mago se va, muy triste.

    La segunda visita es la hija de la Bruja, una mujer joven y guapa -muy guapa!- que trata a su madre tan mal como la Bruja trata a los demás. Escondida, Exigentina escucha que la hija de la Bruja exige al monstruo del árbol para poder ser la Reina del País del Caballero Perfecto. La bruja confiesa que el monstruo está perdido y la hija, en un ataque de ira, le dice que tiene una noche para encontrarlo, o ambas perderán todo lo que han ganado hasta el momento.

    Exigentina corre al árbol y pide al Monstruo que le explique por qué es tan importante, y cómo una hija de bruja se puede convertir en reina.

    El sapo abre la boca para contar su historia.

    Aparece la palabra CONTINUARÁ y corren los créditos.

  • Intermedio

    Nos reportan que la parte siguiente del cuento de Exigentina y el Monstruo del Árbol no apareció publicado. Es raro. Estamos investigando qué pasó. Mientras, los dejamos con José Asunción Silva y su Nocturno.

    ¿A poco no es una historia de terror?

    Una noche,

    Una noche toda llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,

    Una noche,

    En que ardían en la sombra nupcial y húmeda las luciérnagas fantásticas,

    A mi lado, lentamente, contra mí ceñida toda,

    Muda y pálida

    Como si un presentimiento de amarguras infinitas,

    Hasta el más secreto fondo de tus fibras te agitara,

    Por la senda florecida que atraviesa la llanura

    Caminabas,

    Y la luna llena

    Por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca,

    Y tu sombra

    Fina y lánguida,

    Y mi sombra

    Por los rayos de la luna proyectada

    Sobre las arenas tristes

    De la senda se juntaban

    Y eran una

    Y eran una

    ¡Y eran una sola sombra larga!

    ¡Y eran una sola sombra larga!

    ¡Y eran una sola sombra larga…!

    Esta noche

    Solo; el alma

    Llena de infinitas amarguras y agonías de tu muerte,

    Separado de ti misma, por la sombra, por el tiempo y la distancia,

    Por el infinito negro,

    Donde nuestra voz no alcanza,

    Solo y mudo

    Por la senda caminaba…

    Y se oían los ladridos de los perros a la luna,

    A la luna pálida

    Y el chirrido de las ranas…

    Sentí frío. Era el frío que tenían en la alcoba

    Tus mejillas y tus sienes y tus manos adoradas,

    Entre las blancuras níveas

    De las mortuorias sábanas!

    Era el frío del sepulcro, era el frío de la muerte,

    Era el frío de la nada…

    Y mi sombra

    Por los rayos de la luna proyectada,

    Iba sola,

    Iba sola,

    ¡Iba sola por la estepa solitaria!

    Y tu sombra, esbelta y ágil

    Fina y lánguida,

    Como en esa noche tibia de la muerta primavera,

    Como en esa noche llena de perfumes, de murmullos y de músicas de alas,

    Se acercó y marchó con ella,

    Se acercó y marchó con ella,

    Se acercó y marchó con ella…

    ¡Oh las sombras enlazadas!

    ¡Oh las sombras de los cuerpos que se juntan con las sombras de las almas!

    ¡Oh las sombras que se buscan y se juntan en las noches de negruras y de lágrimas…!

  • Lo que sigue del cuento

    Como una muestra de respeto al público, este mensaje no contiene risas grabadas

    mensaje pagado por Laura Zapata I de Vía Láctea

    Exigentina respiró hondo, como para controlar su miedo, y tocó a la puerta de la casa. Al poco rato le abrió la puerta una mujer vieja, tan arrugada que tenía arrugas en las arrugas, con el pelo blanco trenzado al modo de las campesinas. Todo en ella parecía momificado, excepto sus ojillos negros, relucientes e inquietos. No hizo preguntas, ni contestó ninguna duda: simplemente, le dijo a Exigentina que necesitaba una criada de confianza y que si ella aceptaba quedarse, a cambio de su trabajo le daría comida y casa. No era un trabajo para volverse rica y escalar a la cúspide social, pero era mejor que otra noche al aire libre con el estómago vacío. La niña aceptó y esa misma tarde ya estaba limpiando la casa y haciendo de comer para ella y para la anciana.

    Al día siguiente la Vieja (que era, por supuesto, la Bruja) le encomendó una tarea especial: deshierbar el campo cercano. Era demasiado trabajo y una cosa muy absurda -¿para qué deshierbar un terreno silvestre?; pero Exigentina obedeció. Era un trabajo lento, no muy cansado; pero sí aburrido. De pronto, un largo tallo de zacate salió con algo amarrado a su raíz: ¡era una llave!

    La niña recordó la plática que escuchó un par de noches antes y supuso que esa era la llave que el sapo necesitaba. Por un momento pensó en entregársela a su patrona, pero cambió de opinión y se la guardó en la bolsa del delantal.

    Volvió a la casa ya de noche. La Bruja la esperaba en la puerta, ansiosa (ansiosa la bruja, no la puerta).

    –¿Encontraste algo al deshierbar el jardín?

    –Nop

    –¿Estás segura?

    –Sip

    –¡Entonces, mañana volverás a deshierbar! –concluyó la Bruja, de muy mal humor, cosa que a Exigentina tuvo sin cuidado (¿dije ya que, además de exigente, era muy poco empática?)

    Al día siguiente, en vez de deshierbar la pradera, Exigentina se puso a buscar el tronco seco que se abriera con la llave. Era casi de noche cuando lo encontró: más que tronco, era apenas un tocón con una extraña cerradura. La llave entró y giró limpiamente. Abrió una puerta que antes no se veía y del tronco salió arrastrándose un ser espantoso: era pequeño, viscoso y sin patas.

    Por órdenes de Laura Zapata, hasta aquí por hoy, pero continúa mañana sin falta

  • Un post que no tiene nada que ver con Laura Zapata

    Disclaimer: En este post no se hablará acerca de Laura Zapata

    (mensaje pagado por Laura Zapata)

    Es un mensaje rápido, ya que estoy en el trabajo y todo mundo pelea por las computadoras. Justo en estos momentos, tengo a dos personas prendidas a mis tobillos Laura Zapata es simpática, pese a todo, mordiéndome, intentando quitarme de este lugar privilegiado si laura zapata estuviera aquí, seguramente nadie se atrevería a morderle los tobillos. Así que tengo que ser veloz e ir al grano.

    Primero que nada, una disculpa por la abrupta interrupción en la historia de Exigentina Laura zapata no la habría dejado a medias, lo sé; pero es que estos días han sido una locura.

    Segundo que nada, una disculpa por mentir Laura Zapata nunca miente: no fui raptada ni me salió musgo en los dedos. Lo que realmente ocurrió es que me han tenido trabajando como loca Laura Zapata tiene shock prostraumático, pero no está precisamente loca y no he podido sentarme a escribir con calma.

    Espero que sirva para mi descargo la noticia de que Laura Zapata está escribiendo el final de la historia, en la que Exigentina se encuentra con Laura Zapata y entre las dos crean un ejército de Lauras Zapatas que conquistan el planeta y la Tierra se convierte en laurazapatalandia, hordas y horas de Lauras Zapatas repitiendo como mantra ‘Vota por mí’ y actuando como Dulcina la de Rosa salvaje

    corte abrupto

    Erm. Una disculpa. Esta vez, no habrá más menciones a Laura Zapata.

    En realidad, la historia de Exigentina está casi terminada. La pondré aquí en cuanto tenga media hora de descanso, silencio y paz. Laura Zapata mediante.

  • Raptada

    Cielos, el moho se separó de los dedos y se convirtió en enormes Hombres-Moho que me tuvieron presa en lo que intentaban conquistar el mundo. No sé cómo logré escapar, ni por qué desaparecieron los hombres moho.

    Pero aquí estoy, y me siento mejor. En cuanto descanse un poco, podré continuar con la historia de Exigentina :)

    Y gracias a todos por la preocupación y sus muestras de apoyo!