Autor: Raquel

  • Una de dos

    a) La gripa ha vuelto, justo cuando toca volver a las prisas y la corredera, los guiones matutinos y todo eso. Para colmo, ha vuelto cuando más frío hacer (supongo que es su trabajo). A ver cómo pinta la semana.

    b) Mi hermano ha vuelto a ser padre de un cardumen. Mientras lo veía, como loco, tratando de salvar a los recién nacidos charalillos de la voracidad de los charalotes, me sentí feliz de que tengo dos gatos y ningún pez. Pero luego vi a mi gato ‘marcando su territorio’… adentro de la casa. Grrr. Es una mañana nueva, tiene que ver con un macho dominante recién llegado al barrio. Pero ¿qué hago con un gato cobarde que elige orinarse dentro de la casa? (Buscaré pecera y redecilla).

    c) Hoy nos sentamos a leer. Alberto hacía berrinches con ‘El camino del escritor’, libro medio mamuco que pretende que hay una formulita perfecta para hacer de toda historia una obra maestra y vendedora. Mientras, yo disfrutaba ‘La ventana: el recuerdo como relato’, el libro con el que Erika Mergruen ganó su premio DEMAC el año pasado.

    Me pregunté por qué tardé tanto en leerlo. Me respondí que primero me faltaba el libro, después el rato relajado y tranquilo. Creo que cada dos minutos interrumpía a Alberto en su lectura para decirle: ‘Carajo. Qué bien escribe la profesora Mergruen’. Y no es exageración. Se trata de un premio MUY merecido.

    c bis) Alberto y yo sentados en la sala, cada quien con su libro: par de nerds. Je.

    d) Hablando de la profesora Mergruen. Desayuné en su casa el viernes y nos quedamos en la charla ociosa (pero no por ello inútil, que conste) hasta ya entrada la noche. Para mí fue uno de esos ratos (largo, lo confieso) memorables, en los que se habla de todos y de nada, se escucha, se aprende, se comparte. Me gusta que la conversación no se agota, tiene sus matices, con risas y silencios y momentos de susto y de sorpresa y de alivio y… vaya, que fue un rato, como ya dije, memorable. Espero que Diego (el hijo de Erika) no me odie por haberle acaparado a su amá el día casi completo, je.

    d bis) Por cierto que a Diego lo conocía, pero casi sólo de vista, porque como buen niño se encierra cuando mamá recibe gente. (Ay, lo entiendo: alguna vez me tocó jugar a la anfitriona con invitados de mi papá y es ABURRIDÍSIMOOO). Pero esta vez, quizá forzado por el hambre, salió de su escondite un rato. Veo, veo: va a ser un hombre guapísimo y de corazón de oro (eso se nota que ya es). Madre de Diego: puede sentirse desde ya orgullosa (en realidad sé que desde ya lo está).

    e) El curso de ayer, una porquería. Clase en sábado, de 10 a 2, solo para que no revisaran la tarea y nos pusieran a escribir 16 minutos sobre ‘cualquier cosa’. Luego pongo por acá el ejercicio: me quedó mono (pero para eso, mejor en mi casita).

    f) Hoy Alberto estuvo ayudando a papá-pez (mi hermano, claro) a planear un cuento que ha de entregar papá-pez mañana en la escuela. Fue bonito verlos. Y bueno, también metí mi cuchara, pero poquito. En todo caso, es lindo que se lleven bien los hombres a los que amo (en realidad, son tres: mi papá es el otro, y también se lleva bien con Alberto y Fa, así que estoy contenta).

    g) Hablando de Alberto… me echó la mano ayer para cambiar la plantilla. Me gusta mucho cómo quedó. Hubiera cambiado también los colores, para una transformación radical, pero es que tampoco me atrevo a tanto: vean cuánto tiempo y no logro decidir raparme o pintarme de azul el cabello.

    h) Viene semana movida. Horror. Y tos.

    i) Era ‘una de dos’ porque iba a poner algo más. Pero blogger anda delicadito, así que mejor despuésn.

  • Día de no comprar nada

    Un poco tarde me llega la noticia de que hoy es el día mundial contra el consumismo. Lástima. De haberlo sabido antes, habríamos podido organizar algo, no sé qué, pero algo.

    En todo caso, no es tarde para enterarnos, ver su sitio web y decidir unirnos (o no hacerlo).

    Yo acabo de decidir hacerlo. Y desde ahora planearé algo para el año que viene, tal vez el curso de trueque que tengo en mente desde principios de año, tal vez alguna otra cosa…

    Y es que -carajo- no entiendo por qué la necesidad compulsiva de comprar cosas:

    La semana pasada fuimos a comer a casa de Erika, y me tocó llevar el helado. Pasé a una tienda a comprarlo y, como en casi todas las tiendas, para llegar a la zona de comestibles hay que pasar por las pelis, la música, los electrodomésticos, la ropa. ¡La ropa!

    Había un suéter negro muy mono, a tan sólo doscientos pesos. Lo eché en el carrito. Fui por el helado, y cuando iba de regreso a la caja, me detuve y miré el suéter. Me acordé de aquél artículo sobre la gente que compra compulsivamente, cancelando en ese momento su capacidad de raciocinio, y me dio pena.

    Dejé el suéter (me costó trabajo) y me llevé nomás mis dos litros de helado. Pero de veras duela. Es difícil.

    Los de la página web del bannercito que está allá arriba proponen como forma de activismo ‘primeriza’ ir al super o al mall y verlo todo sin comprar nada. Dicen que para mucha gente es MUY difícil. Para mí lo es. Y luego ya no lo es, porque se acaba el dinero antes del día de pago, y ahí anda uno chilleteando, pidiendo prestado, encerrándose en casa con la idea de que sin dinero no hay diversión.

    Pues no, señores. En especial señores y señoritas solteros, que no tienen que mantener hijos, esposos, abuelos y etcéteras. (Porque ni modo de decirle al bebecín de un año: ‘mijo, hoy es día de no comprar nada, te aguantas el hambre, mañana te doy tu leche’).

    En fin. Van mis propuestas para hoy, día del no consumo, y para cualquier día que no haya lana o ganas de gastarla estúpidamente:

    * Ir a un parque (en la ciudad de México funciona perfecto el de los Viveros) a darle de comer a las ardillas (sólo hay que tener una bolsita de cacahuates, que se puede haber comprado un día antes, por ejemplo)

    * Invitar a todos los amigos a una sesión de limpieza de casa (entre todos es más rápido y puede ser divertido). Al final, una bien ganada comida casera de sandwiches y agua de limón.

    * Ir al mall a probarse toooooda la ropa, ver cómo luce, atreverse a lo más sexy y a lo más ridículo… pero sin llevar dinero ni tarjetas. Ý con la mentalidad de que se va en plan de diversión, no de sufrir lo lejos que estamos de quienes sí pueden comprar esa playera blanca sin estampado de 500 pesos.

    * Organizar una lectura de cuentos pública en algún sitio público

    * Ir a Cruz Blanca como voluntario para dar de comer a los chavitos

    * Maratón de películas con los amigos, en casa del que tenga la mejor tele.

    * Empezar un diario desde comprar el cuaderno, personalizarlo, forrarlo, etc.

    * Buscar páginas web estúpidas, locas o muy feas.

    * Hacerle a alguien trencitas toda la cabeza

    * Hacer que alguien te haga trencitas toda la cabeza

    * Sexo, por supuesto

    * Ir a Santo Domingo o a otra plaza de Iglesia a darle de comer a las palomas.

    * Acomodar tus libros por título y autor

    * Acomodar tus libros por color o por tamaño

    * Volver a poner los libros en orden

    * Inventar horóscopos para la gente a la que quieres, escribirlos en tarjetitas y dárselos.

    * Cenar con esa tía a la que nunca visitas (en su casa, claro)

    * Ir a un refugio de animales como voluntario para jugar con ellos

    * Buscar las funciones gratuitas de música o teatro que ofrecen diversas instituciones

    * Jugar lotería, uno o scrabble con la banda. Para hacerlo más emocionante, apostar… pero no dinero: trabajos manuales, favores, etc (si gano, tú lavas los vasos; si pierdo, yo cuido a tu hijo mañana; etc).

    Soy coleccionista de sugerencias. Por favor denme otras, las añadiré a la lista con el crédito correspondiente.

  • Michael Jackson…

  • Ellos también sufren…

    Acabo de leer una entrevista con un actor porno japonés. Uno imaginaría que se trata de lo mucho que goza el glamour de su vida, lo feliz que es porque le pagan por cogerse a las fulanas más voluptuosas del Japón… pero no, no es así.

    Comienza diciendo que tener sexo tantas veces a la semana lo ha vuelto estúpido, porque no puede pensar en otras cosas, y porque pierde muchos nutrientes en sus… en… emisiones, digamos (ya sé, se dice eyaculaciones, pero estaba tratando de ser eufimista).

    Luego, narra la cantidad de infecciones de transmisión sexual que ha pescado como parte del trabajo (clamidia, virus de papiloma, herpes) y cuenta de actores que han tenido que ser hospitalizados por realizar esfuerzos muy grandes (sin más detalles).

    Al final habla de otras practiquillas que son populares en el porno parafílico y concluye con que es un trabajo de la chingada. Si quieren leerlo completo, vayan a este link.

    ***

    En otras noticias: casi no me acuerdo del sueño raro de antenoche. Nomás me queda claro que era una especie de juego de realidad virtual, en el que chavitos ultrarreligiosos de entre 8 y 11 años me perseguían con la intención de crucificarme… creo que casi al final me tocaba el ‘game over’, y los chavitos, con metralletas, me mataban… pero como yo sabía que era un juego, platicaba con la otra persona del coche mientras nos desangrábamos.

    Lo terrorífico venía después: una falla en el juego me hacía regresar una y otra vez, en cotnra de mi voluntad, en momentos insospechados, y cada vez sentía más reales las sensaciones…

    desperté con la preocupación de que la realidad virtual del juego me estaba devorando, y cuando acabara de asimilarme, me volvería personaje pa siempre (pero siempre era un decir, porque en cuanto los chamaquitos me atraparan, goodbye rachel).

    ***

    Voy a descansar un ratón. Seeya.

  • Velocità

    Mo es justo que hoy, que tengo tanto que contar, me tenga que ir tan rápido. Pero estamos en ‘esa semana de noviembre’…. uff. Se trata del aniversario luctuoso de mia mamma. Y hoy, precisamente, nos toca salir volados para ir a comprar flores, pasar al panteón y desayunar, los tres juntos, pa demostrar al mundo que le guste o no, seguimos siendo una familia. A huevo.

    Más detalles a mi vuelta.

    Digamos que eso es el teasser, y que, por si fuera poco, ayer pasaron cosas MUY buenas.

    Ah, y que tuve un sueño MUY loco :)