Autor: Raquel

  • Un corazón roto en casa

    La situación era tensa: Deíctico enamorado de la Pingüirena; mi gata, Cuca, enamorada de Deíctico; mi gato, Beakman, en incestuosa admiración de Cuca; mi vecino, el Doctor, espiando a Beakman cuando se bañaba (esto es: cuando se bañaba Beakman, no el doctor). Y me imagino que la cadena podría seguir interminable: la esposa del doc,…

  • Me confieso deshonesta

    Ayer llegué a casa de Alberto antes de que terminara su taller. Cuando vi a Edgar, me sorprendí muchísimo. En parte, porque lo vi un poco más viejo, como si hubiera cumplido años en la semana; pero sobre todo, porque parecía… ¡una col de Bruselas! ¡De veras! Casi puedo jurar que se convirtió en uno…

  • Zen en el arte de escribir

    Estoy leyendo ‘Zen en el arte de escribir’, de Ray Bradbury. Está lindo. Va, de ahí, esta frasesuca: Todas las mañanas salto de la cama y piso una mina. La mina soy yo. Después de la explosión, me paso el resto del día juntando los pedazos.

  • Título por definir

    Las lechugas vampíricas o tal vez La pingüirena vampira o quizá Un misterio insoluble Entre que Blogger anda de bajo impacto y el próximo jueves tengo examen de francés (je ne parle pas françois), me he sentido ya menos apuchurrosa, pero todavía sin ganas. No es cansancio exactamente, pero tengo una hueva de todo…! Veo…

  • Cursitota

    En otros asuntos: la clase de hoy fue muy muy satisfactoria (alguien había preguntado… de qué damos clase? de español, a primero de secundaria). Fue raro: al borde de la desesperación, elegí el primer cuento no mío que encontré en mi compu. Era un fragmento de ‘Muerte por Saudade’ de Enrique Vila-Matas. Creo que está…