Antes de irme a tristear por otro lado

Olvidaba decir que, entre las muchas alegrías de ayer, me encontré offline con Rasabadú. Platicamos un ratillo acerca de pingüinos y ornitorrincos y lo regañé por bloggear poco (je). Cuando me conecté, vide que había puesto un cuento bien locotote y… ¡nos lo dedicó a D. y a mí! Se siente retebonito :D

También es chido ver en el chatterbox a Gio y al Pingüino Místico (que no es D.: es otro pingüino, uno muy muy cool). Se les extrañaba.

En fin. Por hoy que sea todo, antes de que caiga dormida sobre el teclado (y amanezca con cara de waffle) o me acabe de dar la chipilonguez. Tamañana.


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