No comments

El finde estuvo emotivo. Ir al concierto de The Cure, finalmente. Tantos años esperando el momento. valió la pena, cada centavo.

Fue emocionante, pero también me removió cosas: me di cuenta de todo lo que ya no es como fue. Ya no soy como era, aunque sigo siendo la misma :)

Nomás que de otro modo.

Pero no se trata de mí esta historia. Es sobre Cure. Sobre Lovecats y Pictures of you y Boys don’t cry. Con cada rola se me despierta una nostalgia diferente, pero en todas, miro a mi lado y me doy cuenta de que estoy donde quiero estar, ni más ni menos.

Ahora tengo otro anhelo ticketmasterístico que también me emociona: el Bolshoi en el Auditorio Nacional. Y luego, tambores japoneses en el teatro de la ciudad.

Maravilloso Cure, pero más maravilloso el eclecticismo…


Comentarios

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.