Como mucha gente (yo incluida) no tiene suscripción al Reforma, reproduzco aquí su nota de hoy sobre, ejem, sobre mí (y sobre Juan Carlos Quezadas). Aclaro: la Cucarachita se llama Martina y yo tengo aún 35 años. Fuera de eso, todo superb.
Premian literatura infantil y juvenil
Jorge Ricardo
Ciudad de México (26 junio 2012).-«Me siento como la cucarachita Martínez», dijo vía telefónica Raquel Castro Maldonado, ganadora de los 150 mil pesos del premio de literatura Gran Angular. «Me siento así porque pareciera que me he encontrado un peso reluciente y ahora estoy pensando qué hacer con él, lo que sí es seguro es que me da más confianza para seguir escribiendo».Raquel Castro tiene 36 años, nació en la Ciudad de México y ganó con la novela Adiós, Atari, una historia, por lo que se pudo saber (las obras serán presentadas el 27 de septiembre en el Auditorio Nacional), que aborda el proceso de maduración de una joven. «El libro -dijo el jurado-, aborda de manera abierta y desprejuiciada una serie de temas que trascienden el contexto en el que se desarrolla: la vocación, la relación padres e hijos, el consumo de drogas, la sexualidad, las tribus urbanas, la amistad, por mencionar algunas».
El Premio Juvenil Gran Angular se creó en España en 1978 junto con el de Literatura Infantil El Barco de Vapor. Fue creado por la editorial SM, la editorial que actualmente lo entrega también en México en colaboración con la Dirección General de Publicaciones del Conaculta. El anuncio que se realizó esta mañana en la Fonoteca Nacional fue muy agradecido por Raquel Castro. «Esto me da más seguridad en mi trabajo, porque yo escribía dos cuartillas y me ponía a llorar o no a llorar pero sí pensaba si era bueno o si mejor debería tirarlo a la basura», dijo.
El fallo del Premio de Literatura Infantil El Barco de Vapor también fue anunciado hoy. El ganador fue para Juan Carlos Quezadas, quien nació en la Ciudad de México hace 42 años. Su novela se titula Desde los ojos de un fantasma.
En la conferencia de hoy también se leyó un fragmento. La obra se ubica en un momento de gran contaminación ambiental por el plástico, de la que la ciudad de Lisboa es la única que se salva.
«(Es) una novela contemporánea, original, polifónica, con buen manejo del humor, la ironía y la sátira», determinó el jurado compuesto por Javier Malpica, Rebeca Cerda, Ana Sofía Ramírez, Bárbara Bonardi y Laura Guerrero. El jurado del Gran Angular se compuso por Javier Munguía, Verónica Murguía, Luis Bernardo Pérez, Federico Ponce de León y Julio Trujillo.
Juan Carlos Quezadas dijo que los premios literarios son como accidentes que a veces ocurren. A él ya le ocurrieron dos. En 2008 ganó el mismo premio, y ahora otra obra suya también recibió una mención honorífica en el Gran Angular. «¿Qué haré con el dinero? Los premios son como cochinitos que tienen los escritores, hay que administrarlo bien y hay que estirarlo lo más que se pueda por como están las cosas».
Los dos ganadores fueron enlazados a través del teléfono. Además de ellos, los organizadores reconocieron con menciones honoríficas a Emilio Ángel Lome Serrano, por Siete lagartos sospechosos tosiendo debajo de un paraguas, en la categoría Barco de Vapor, y Alfredo Ruíz Islas, por El oro de Isarar; a Óscar Martínez Vélez, por Pizzería paranormal, y a Juan Carlos Quezadas con Cartografía para lugares imposibles, estos en la categoría Gran Angular.
A la conferencia de prensa del anuncio acudieron los miembros de los jurados, Luis Bernardo Pérez y Rebeca Cerda, así como directivos de la Editorial SM, Laura Lecuona, Elisa Bonilla y Claudia Reyes, en representación del Conaculta asistió Claudia Reyes, la directora de Promoción Editorial y Fomento a la Lectura.
Los cheques y los libros de los premios en su edición número 17 serán entregados el 27 de septiembre en el Lunario del Auditorio Nacional.
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