Ay, ay, hacía más de un año que no escribía nada en este sitio. Lo siento mucho, pero la verdad es que hemos tenido un año bastante malo en cuanto a salud y acontecimientos a nuestro alrededor. Ya más o menos nos estamos recuperando, y por eso estoy aquí, pero nos fue tantito mal, o más que tantito.
La de arriba soy yo, claro, en compañía de mi papá y de su esposa. La foto la tomó Alberto, mi propio esposo. Con esto quiero decir que mi familia sigue aquí y eso me tiene aliviada y contenta.
Con ayuda de Alberto, estoy revisando este sitio y tratando de darle una limpiadita. Ahí voy, y espero ir publicando más, aunque sea de tanto en tanto. También me pueden encontrar de vez en vez en las redes y, sobre todo, en el boletín de correo electrónico que Alberto y yo hacemos. Se pueden suscribir gratis y recibirlo en su correo electrónico en esta página, o aquí directo:
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Para acabar, esta es la gatita Romy, que ya está más grandecita que en la foto de la portada, pero sigue siendo toda una princesita…, excepto cuando le da por mordisquear el brazo de Alberto, como se puede ver, o la cabezota de su hermano Chacho. Pero sabemos que lo hace jugando.
Y, bueno, aquí sigo, y me dará mucho gusto saber de ustedes, si se animan a venir hasta acá. ¡Muchas gracias por leer estas palabras!
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