Segunda nota transcrita el 13 de noviembre de 2015, para ponerme al corriente:
11 de nov
Primero lo MUY importante: ¡hoy vi un coyote! Oh, emoción. :)
Luego, lo demás:
Me levanté temprano, desayuné nutrimeal, fui al gym, me bañé y fui al lunch. Stirfry de tofu, espinaca, quiche de verduritas (que estaba buenísimo), algún pescado (¿tilapia?) y papas al gratín. De postre, uy, fueron dos pedacitos, creo; pero ¿de qué? Luego me fui al estudio y vi al coyote. Trabajé en un cuento. Fui a cenar. Brócoli, pescado (ahora sí, seguro que tilapia), ejotes, lechuga y espinaca. Cheesecake de chocolate, buenísimo, y de calabaza, nada mal. Ah, y en el lunch fue brownie de chocolate uno de los postres. El otro, cheesecake, creo, pero no recuerdo de qué.
Regresé al estudio y leí los trabajos de un concurso del que soy jurado. Volví al cuarto pero, como aún no daban las 10, fui a leCafé por un yogurt y un chocolate caliente. También me traje un chocolate frío para mañana.
Creo que iré tempra al estudio porque hay que corregir un recibo de Alberto. Se me hace que me haré allá un sandwich y me llevaré mi lechita. Porque quiero ir también al pueblo a preguntar de renta de lentes que Fa quiere saber.
Se me está acabando el tiempo :(
Pero creo que sí lo he aprovechado bien, ¿no?
Por lo pronto, a dormir.
Ah, pero antes.
Así como el venadito recurrente es Soyún Pobre, el coyote se llama Mowgli Firuláis del sagrado Corazón. He dicho.
(Soy digna descendiente de Adán, qué remedio: la mosca de los primeros días era Tsetsé, y creo que la ardilla que corre frente a mi estudio día sí y día también se debe llamar Priscilla (porque anda de prisa siempre). Y, nota curiosa, al pasar hoy Mowgli Firuláis, Priscilla se subió a un árbol y tardó un buen rato en bajar!
Por cierto, el pie de la foto en facebook era:
Día 36 en Banff. Día nevado, paisaje lindo y huellas en la nieve. «Serán de un perro que sacaron a pasear», pensé, aún sabiendo que no es zona donde se permitan perros. Y a medio día lo vi. Y aunque es como del tamaño de un pastor alemán, no es un perro. Y estaba a 50 metros de mi ventana (nomás que me quedé lela y tomé las fotos ya que se había alejado). ¡Coyotito!
:)
(espero que Soyun Pobre no se haya espantado).
Hace poco me quejaba en Facebook de que, cuando me gusta mucho una rola y la quiero compartir, de pronto siento que no puedo decir realmente lo que pasa por mi cabeza a la hora de pegar la liga. Temo que lo escribí muy mal y se interpretó como que estaba haciendo berrinche del tipo “como ustedes no me apapachan ya no les voy a recomendar canciones”. Me dio mucha pena que se leyera así, porque realmente no iba por ahí la cosa. Más bien, pensaba yo, que las palabras (las mías, que conste: seguro hay gente que las maneja mejor y que no tiene este problema) son muy pobres a la hora de querer usarlas para hablar de lo que me pasa al escuchar una canción. O me tardaría horas en bajarlo a texto, y sólo sería un pálido reflejo, un eco distorsionado, de la experiencia base. Pero, por no quedarme con la duda, haré el experimento.
Ahora bien: hay dos tipos de rolas que comparto, las que acabo de descubrir y me encantaron y las que conozco desde hace mucho y que me encantan. Para el experimento elegí una de las que me gustan de hace tiempo. Y dice así:
1. Me acuerdo de una canción que me gusta desde hace mucho tiempo. En este caso, “Love to hate you”, de Erasure. Por suerte me acuerdo del título y la banda: a veces sólo recuerdo una de ambas o, peor, un trozo de letra. O, mucho más peor, un fragmento de tonada.
2. Busco la canción en youtube o spotify y la pongo. Una vez más tengo suerte: es una canción popular y hay varios videos de ella. En este caso elijo el video oficial, pues qué caray.
3. La repito dos o tres veces. Mientras la escucho, me acuerdo de por qué me gusta. En este caso, es una rola que me recuerda cuando estaba en la prepa. De hecho, estaba en 6º de prepa, así que debe haber sido 1993-1994. El maestro de Geografía, Alor, nos llevó a tres excursiones dizque de trabajo en las que no trabajamos nada, pero en las que el grupo se volvió muy unido. A esas salidas les debo que mi amistad con Mar y Mondra se fortaleciera, y fue en uno de esos viajes donde hice migas con Tania y Uriel, de los que nunca volví a saber nada pero que son importantes para esta historia.
Fue en el viaje a Ixtapa. Fuimos a una disco en la parte vieja de la ciudad, todos en bola. Yo me sentía, como es usual, fuera de lugar, un poco desfasada. A ratos me daba de topes por haber ido al viaje: demasiados días de convivencia grupal (ya desde entonces, desde antes, esas cosas me dejaban exhausta, tensa, ansiosa). Y en la disco ponían música horrible, punchis punchis, It’s my life. Lo mejor en dos horas había sido Ace of Base, con eso explico todo. Yo llevaba un short negro (había sido un pantalón de mezclilla pero lo había pasado por la tijera porque me recordaba a un novio que me cortó el día que lo traía puesto) y una blusa negra de terciopelo (de manga larga. Ideal para la playa, ja) que me encantaba. Y unos tenis converse que eran mi pasión.
Ese es el short, ese es el viaje, pero no es el atuendo completo ni el día del que hablamos.
De pronto, empezó “Tainted love”. Y luego, “I love to hate you”. Uriel y Tania bailaban, pero no como se baila el punchis punchis. Ahora sería muy fácil decir “eran darks y bailaban como darks”, pero en ese momento no tenía yo esas palabras. Así que eran dos vatos que vestían de negro estando en la playa, como yo, y bailaban como si la pista fuera solo de ellos, como si nadie los mirara. Como si el punchis punchis de fondo de la canción fuera a otra velocidad. Y entonces mi amigo Mondra me jaló a bailar con él, con ellos. La rola dura 3.52 minutos, pero a lo mejor era una versión extendida, no sé. Porque en mi recuerdo fue un rato largo, en el que dejé de sentirme sola y ansiosa y fuera de lugar.
No me acuerdo del resto de la noche. A lo mejor continuó un rato la bonita barra dark (no puedes pedir Sisters of Mercy en una disco playera, pero todo eso lo aprendí mucho después), a lo mejor nos fuimos a caminar a la playa (recuerdo haber caminado en la playa y recuerdo haber estado a la orilla del mar, con Mondra y Mar y Uriel y Tania, con Ramsés y otros compas que me caían muy bien y cuyos nombres ahora se me escapan; pero no podría jurar que fue el mismo día). Me acuerdo que en ese viaje sufría porque un vato me gustaba un montón y era mi amigo (¡muy mi amigo!), pero nomás no daba color y nunca dio color, así que nunca pasó nada. Ahora tiene años que no lo veo más que en Facebook y supongo que no éramos tan buenos amigos donde no sólo no pasó nada en terrenos del corazón sino que dejamos de procurarnos (las últimas veces que hablamos en estos veinte años fui yo quien le llamó, quien investigó su mail, quien lo localizó en FB, y un día me dio oso estar tan cerca de un estólquer y decidí que no tenía caso seguir buscando una amistad que murió hace tanto). Además, ¿qué peso debería tener esa pérdida, si a mar y a Mondra aún los tengo cerca? No tan cerca como debería, pienso, y apunto mentalmente que debo mandarles un mail a cada uno.
Parte de mi grupo de 6o de prepa. ¿Dónde andarán?
[La rola sigue en repeat. Normalmente es menos tiempo que hoy, porque generalmente recuerdo con la cabeza y no tecleando. Pero el proceso es, en general, el de siempre con una rola que me gusta]
5. La vuelvo a escuchar mientras voy leyendo la letra. A veces la letra me proyecta a otros recuerdos y pensamientos, pero en este caso no. Me acuerdo, eso sí, de unos esquites deliciosos, al horno, con queso, que comí en ese viaje. Pero nada de revelaciones profundas o mensajes certeros en la letra. Eso está bien.
6. La pongo de nuevo en repeat, pero esta vez, atendiendo al tiempo. Por ejemplo, cuando empieza, se escucha de fondo, muy sutil, el rugido de una multitud, que sube por ahí del segundo 18 y luego, cuando entra una percu más vigorosa, baja a casi desaparecer. Es justo, porque ahí entra la voz de Andy Bell (¿y un coro?) con el estribillo. Luego, por el segundo 35, Bell comienza, ahora sí, con la letra. Mientras, los sonidos graves en el sinte de Vincent Clarke repiten ciertos acordes que pegan directo en el pecho.
Y en el segundo 54 empieza un agudo desde el teclado, que es como un hilo de plata que se desenrollara desde el golpe del pecho y subiera por la garganta. En el 1.10, el hilo de plata se esfuma en la atmósfera y deja que la voz tome el control… Sí, el sinte continúa, pero ya no es tan agudo. Suena como una voz, como si fuera un teremín. Sigue sonando, eso sí, a órgano Lili Ledy, lo que le da un aire retrísimo, y por un instante me acuerdo de la peli de El Santo contra las Momias.
El pecho descansa, a pesar de que los graves siguen con su ¿progresión armónica? y en el 1.24 comienza el “I love to hate you”, que se repite en un tono más alto cada vez, tensando el drama (o la emoción), hasta que en el 1.28 se convierte en un grito (Ai-lof-tu-heeit-yuuuuuu!) como una explosión que deja estelas de luces de colores (como el rastro que deja un avión cuando pasa, o los listones chispeantes que quedan tras la explosión de un fuego artificial. Esas estelas son la melodía del teclado que se oye a partir del grito, en el 1.30, que, además, suenan como a “I will survive” de Gloria Gaynor, que es otra canción que me encanta. Además, para darle más emoción, vuelve a subir de volumen el rumor de la multitud enardecida, aplausos y gritos y todo.
Al 1.46, volvemos a empezar con la voz, quizá en un tono un poco más alto (¿para no sentir que estamos de regreso en la casilla 1?) pero lo suficientemente vuelta a la calma como para recuperar el aliento -y volver a recordar Ixtapa, la disco (¿Crystal, se llamaba?), la blusa de terciopelo (¡tan bonita y tan talla M!), la pulserita de cuero que me regaló en otro viaje el amigo aquel (con el que no pasó nunca nada). Al 2.08 regresa la melodía que antes sonaba a teremín, pero que ahora, seguro, son voces de mujeres un poquito procesadas, pero humanas a fin de cuenta. Pero ahora, lo que cantaba el vocal no es igual que en la primera estrofa: se alarga un poco, por ahí del 2.20, rompiendo la simetría con muy buena fortuna, porque suena a que no se conforma con lo que tenía que decir.
Luego el coro, que no ofrece nada nuevo, pero que no importa porque el sinte suena rebién y porque estamos esperando el “i love to hate you” in crescendo, que llega en el 2.36 y que explota en el 2.41
Nomás que aquí nos cambian los listones de fuego artifical por un cencerrito que suena a Miami Sound Machine, que no me encanta y me hace arrugar la nariz, aunque de fondo haya otra vez rumor de multitud y sampleos como de sci fi. Por suerte dura poco: en el minuto 3.00 recapacita y vuelve al coro, como para decir hey, el cencerro fue un error, fue para que los fresas de Ixtapa tuvieran su momento punchis punchis, hagamos como que nunca pasó, y en el 3.11 tenemos otro “I love to hate you” pero se interrumpe antes de la explosión y vuelve el coro: ¿acaso está jugando con mis sentimientos? (¿Acaso el amigo aquel, con el que nunca pasó nada, jugaba también con mis sentimientos? ¿O de veras nunca se dio cuenta de nada?)
Y llegamos de nuevo al “I love to hate you” en el 3.27, que ahora sube, y sube, y sube, acompañado del rumor de multitud, hasta llegar al mejor Ai-lof-tu-heeei-yuuuuu en el 3.39, para luego bajar el volumen y terminar sin una frase de conclusión, nomás bajando el volumen hasta el silencio en el 3.44
7. Busco la historia de la canción. Quiero saber si cuando la escuché por primera vez era nueva o vieja, si tiene mucha historia o es importante sólo para mí. “Love to hate you” es del 91. Considerando que era un tiempo previo a Internet, no era una canción vieja cuando la escuché, aunque tampoco era “del momento”. Me entero de que, efectivamente, la parte que suena a “I will survive” es un sampleo de “I will survive”. Ya sé, no es la gran ciencia, pero yo no estaba 100% segura. Es bueno saber que sí. Y veo que no parece que haya dado pie a miles de covers o un culto, pero que hay una versión en español y otra en italiano, hechas por ellos mismos.
8. Pongo alguno de los covers o versiones. En este caso, “Amor y odio”, que es la versión en español. Nunca la había escuchado. Al minuto 1:00 ya sé que no le llega a la original, pero no la quito, por si hubiera alguna sorpresa. Al 1.37, lo mejor que ha pasado es el grito “A-mor-y-ooo-dioooo”, pero ño. Aunque me gusta lo de “Ojalá que el viento sople contra ti”. Menos afortunado es lo de “y congele tu sonrisa de delfín”. Casi que da risa. Ah, pero esta versión no tiene cencerrito. Por lo menos eso. Y el en grito final hay un “y” que tiembla bonito. Pero nada más.
Pongo la italiana. Parece que está mejor la métrica que la de español. “Io amo odiarti” suena… no sé. Creo que también puedo vivir sin ésta.
9. Cuando, después de escuchar así, con atención, la rola, pienso que sí vale la pena, pongo la liga en Facebook. Pero ni modo de poner todo lo que acabo de escribir aquí arriba, uff. Así que nomás pongo “chulada de rola”, “una que me gusta”, “chequen el banjo” o cualquier cosa así. En este caso pondría “hoy puse esta canción que me recuerda un viaje a Ixtapa cuando estaba en prepa”. Y luego, en las ligas, las versiones en español e italiano, con un “para los morbosillos y los amantes de los covers”.
[Escribir todo esto me tomó alrededor de dos horas. Si lo hiciera con cada canción que me gusta, tendría que vivir sólo para esto, y ya no tendría nuevas experiencias que asociar con otras cancioens, además de que el resultado no es de lo más satisfactorio. ¿Ven por qué la frustración?]
El masaje estuvo muy bien. MUY. Me dieron antes a llenar una hoja como de historia clínica y lo hice muy mona yo. llegué un poco antes de la hora y Tyler, el masajista, propuso un masaje descontracturante en espalda y piernas. Acepté, claro. Duró poquito más de una hora y estuvo muy bien.
De ahí fui a la biblioteca, me leí un cuento de Laefcadio Hern que no conocía, «El niño que dibujaba gatos». Me gustó. Luego fotocopié la primera parte de «Neighbours», de Gloria Sawai, y me fui al estudio. Empecé a trabajar una historia. Creo que es la última de Mixtape que haré andando por acá.
A las 5.30 fui a cenar a Vistas con Valentina y luego la acompañé al pueblo a comprar cigarros. Antes de regresar pasamos a un pub y me invitó un highball de rye y canada dry. Volvimos a eso de las 8.30 a nuestros respectivos estudios. trabajé un poco más, no demasiado, y me fui al cuarto.
[khorma]
pasé mala noche, con pesadillas en las que no encontraba mi cel y pensaba en llevar una maqueta / escuelita fisher price. Raro. Desperté a las 7 (y antes a las 3.30, a las 4 y cacho y a las 6).
A las 8 y cachito me escribió Valentina, que desayunaría en Vistas, y me apunté. Lo de siempre con kale y sin yogurt. Luego fuimos a Comunity Services a preguntar algunas cosas que necesita en su estudio y fuimos a Kinnear. Su tarjeta sigue sin furular en darle lana, qué raro.
Y entonces, mensaje de Gerardo Sifuentes: que había una cosa con la base de datos de Televisa, que me tiene como empleada (!) y que, por lo tanto, no me podían pagar el artículo de zombis que les hice ¡hace un año! Que él ya les había dicho que nel, que no trabajo ahí, pero que les escribiera yo. Así que fui al estudio a eso. Luego, a pensarle al cuento. estoy un poco atorada. Porque, además, me llegan montón de ideas y estoy como Caperucita, persiguiendo mariposas sin atrapar ninguna.
Así que me vine a Vistas al lunch. Un poquito de pollo, crema de zanahoria con coco (muy buena), chícharos, brócoli de un stir fry de puerco con salsa de algo (checaré), papa spicy, espinacas, una probadita de tortilla española y cheesecake con cereza que estaba súper yumi. Té de menta. Ah, y una probadita de khorma vegetariano.
* la salsa es hoisin.
Cosas que vi En la mesa de BIRS (hay que checar), un tipo igualito a Joe Hill.
Frente a la comida, una chava le dio a otra una nalgada. Con su plato. Del lado que recibe la comida. Y luego se sirvió. Guiú.
Ah. Ayer teri me sorprendió con la nota amable: ¡los billetes nuevos huelen a maple! :)
Ya acabé de comer. Vuelvo al estudio.
Ah. ¡Ayer llegó carta de Maribel! :D
10.05 pm
Y yo con sueño de 1 am :)
Después de comer, en el estudio acabé el cuento de Claudia. No salí a cenar: me hice una sopa de microondas. Platiqué con Alberto, baboseé en la red. Y ahora estoy en el cuarto para dormir. Espero empezar mañana otro cuento o, cuando menos, leer los libros que saqué de la biblioteca.
Korma. Khorma, qorma o kurma. Viene del turco kavurma. Es un plato originario de Asia Central u oriental y consiste en carne o vegetales dorados a fuego lento enm una salsa especiada hecha con yogurt, crema, nueces o pasta de semillas. Kavurma significa «carne cocinada». Es un plato de India y Pakistán. Su origen se remonta al siglo XVI, a las incursiones Mogules en lo que hoy es India, Paquistán y Bangladesh.
Bircher Muesli –> Papilla de cereales llamada así por su creador, Maximilian Bircher-Benner, médico. La receta original lleva más fruta que granos. (Es algo del desayuno que me gusta) :)
Creo que en todo el tiempo que llevaba en Banff no me había dado el mal viaje de pensar que mi proyecto pudiera estar saliendo de la chingada hasta el 3 de noviembre. Por eso, ese día (que relaté hasta el día 4) me salí a pasear. Me parece interesante que en la nota correspondiente no menciono el susto que tuve cuando me sentí perdida, ni el letrero de «no pasé de aquí, lo que sigue es corredor de vida salvaje», ni la inquietud de «ups, quizá debí avisar que me iba a salir a caminar a los pantanos» -ni el alivio cuando al fin topé con gente o cuando me di por vencida y activé el 3g del teléfono para usar el gps para regresar. Pero si pasó, yo me acuerdo ;)
En fin, que dice así:
4 nov 2014
Sí, ayer estaba muy cansada. Me levanté a las 7 y a las 7:30 ya estaba desayunando en Vistas (huevo poché, espinacas, manzana al horno, lo de siempre). De ahí fui al gym, estuve en la elíptica -y me pasé por el cuarto para bañarme. Y me fui al estudio. Alberto leyó el cuento de Yoshi y, aunque le gustaron partes, el todo no le parece que funcione. Era un poco lo que me temía. la verdad, mi temor es que todo el proyecto sea una basura :( Así que, por consejo de Alberto, me salí a caminar. Primero llegué al hotel Banff Springs y luego fui pal otro lado. Quería ir al Cave and Basin, que es un sitio histórico (no sé por qué cada vez que lo quiero mencionar le digo Vase and Cabin), así que me puse a andar.
Junto al museo que hay en un campo recreativo vi un venado. Adelante estaban arreglando la carretera. Adelante topé con un letrero que indicaba el marsh Loop, y según yo lo tomé: 45 mintuos la vuelta completa, según. No sonaba mal. Y era otro paisaje y no había nada de gente…
Primero, pastizales secos y charcos congelados.
Luego, un camino muy lodoso con huellas de tráfico equino constante. De un lado el río y, del otro, lagunitas congeladas. Yo no veía para cuando iba a torcer el camino para regresar al punto de partida. Y pos no. Llegué a un camino más grande (y sin lodo) muy lejos de donde había empezado. Había un letrero que indicaba, para un lado, un sendero de caminantes muy lejos de mi rumbo original. Para el otro, el Cave and Basin. Y, para el lado por el que yo había llegado, los Recreation Grounds. En resumen, no tenía ni pies ni cabeza. Ahora que lo veo en el mapa, lo entiendo mejor. Total, que regresé a cave and Basin, que estaba cerrado. Vi un micromuseo, también cerrado, sobre los campos de trabajo forzado que hubo durante la primera Guerra Mundial. Y retaché. En el pueblo compré harta madre, lo confieso: cuadernos, post its, unos audífonos, sobres para mis cartas, coca zero para cuando venga Alberto, jamón, queso, unas fantas…
Llegué al Centro a las cinco, muerta de hambre. Metí las cosas al refri y fui a Vistas. Comí salmón glaceado en maple y salsa de soya, una pasta de moños en salsa cremosa de chorizo y verdura. Clafutí de pera, cheesecake de limón. Y me fui al estudio. No trabajé mucho, pero estuve más tranqui. Y luego, 7.30, fui al estudio de Valentina a festejar su cumple. Le di unas cremitas. Platicamos. Nos fuimos a Maclab y cenamos pizza. llegué al cuarto a las 11.30, tan cansada :)
Hoy me paré a las 7. Fui a desayunar con Valentina a las 8.30. Amanecí contracturada, así que agendé un masaje para dentro de un rato. Mientras, escribo. Esto.
(Desayuné espinacas, huevo, yogurt, café y medio vaso de jugo, media manzana al horno y medio jitomatito).
La foto que sigue es del día 4 y no del 5, porque, en realidad, es el día que se reseña aquí. El pie decía:
Día 28 en Banff (sé nos escapa el tiempo, se nos escapa). Día en que una vuelta mal dada me llevó a un paisaje inesperado: ¡un pantano congelado!
Caminata muy larga, otros ángulos, otros venados. Y, para terminar festivamente, pizza de cumpleaños de Valentina :)
(La última foto, ¿no parece como de peli de horror?)
En mis recuerdos, yo elegí aplicarme a escribir y por eso no socialicé mucho en Banff. En mi libreta, parece que era un tema un poco más complicado y contencioso que una simple elección: otra vez aparece el asunto en la entrada de hoy hace un año:
26 oct
Pasa que soy muy mala para socializar. No se me da del todo. Ayer -olvidé escribirlo- supe que la esposa del papá de Erika murió en la semana. Me habría tenido que enterar antes, en FB :(
Hoy en la mañana, me senté a desayunar con Heather. Me cae bien. Se parece a Laura Lecuona :) Es amable pero no expansiva. Acabó de desayunar y se fue. Luego llego Gaby y platicamos un poco. Y cuando alguien más llegó, me fui yo.
En la habitación acabé de leer el libro de Kiyooka (?), Mothertalk; uno de guión y uno de storytelling -esos dos más en fast track. Luego de hacer ejercicio fui a devolverlos y me quedé un rato en la biblio.
Luego me fui al estudio y vi HIMYM. Empecé a elucubrar otro cuento. Mañana tengo que terminar dos textos.
En la noche fui al 3 Ravens, los que se van mañana invitaron. Me sentí bien pero mal. O sea, un rato socializo pero luego me canso :(
En fin. La cena en 3 ravens, deliciosa. Pedí un plato veggie de hongos en risotto y un napoleón -que es el mil hojas.
Antes, en el estudio, comí unos chícharos rebuenos y una comida de microondas medio meh.
Al terminar la cena le presté cinco dólares a Valentina. También le presté mi báscula a Alejandro.
Al terminar ahí se fueron a ver un corto sobre Gabriela. Yo me corté :( la verdad ya me sentía muy cansada.
¿Debería socializar más?