Lunes, martes y miércoles de esta semana hice huelga de automóvil. ¡Me encanta! Mi papá me da un raite hasta el metro Morelos (en el camino, vamos platicando blablabla), tomo el metro, transbordo, tomo un micro, y todo ese rato voy leyendo…

¡Llego a Canal más rápido y más fresca que cuando voy en coche!

El regreso es similar: micro-metro-caminadita rica. Ayer, por ejemplo, caminé del metro Fray Servando a la casa de mi tía, cerquita de la delegación V Carranza.

Pero hoy tendré que usar el auto, sniff.

Así es esto de la vida, caray. Ni modo…

(Saludos a todos, gracias por los parabienes, espero pronto estar un poco más relax…)


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