Escribir un blog no es tan fácil, requiere de disciplina para evitar las dos caras del exceso: las verborreas mareadoras y la escuetez (sí, la palabra me la he inventado yo) que se reduce a interjecciones.
Aunque no es mala idea: un blog que tenga una interjección distinta cada día…
Me lo imagino así:
DIA 1: Ouch
DIA 2: Agh
DIA 3: Bujú
DIA 4: Yupi!
Y así, sucesivamente, para que nos imaginemos las emociones y aventuras del blogueador.
Ah, pero eso sería un side project, y no es momento para eso. Así que mejor volvamos a la necesidad de controlar los blogs para que se equilibren sin bandear en esos dos extremos.
Hoy tengo muchas cosas en la cabeza: las vacaciones en Buenos Aires, un argumento para cortometraje, un par de quejas contra la vialidad defeña, mucho calor y sueño (no he dormido desde que bajé de ese infame avión que me tuvo horas y horas suspendida en el espacio).
Ah, y un par de sueños que tuve en Buenos Aires (y uno en el avión). En uno de los sueños había una cantidad inmensa de cadáveres de niños. Y la única sobreviviente era una niña casi idéntica a Winona Ryder cuando niña -pero se moría también.
En otro, volaba yo en una especie de avión-nave espacial que iba en reversa (?). Ése, por supuesto, fue el del avión.
En fin, que estoy de vuelta, y mañana, sin duda, comenzaré a escribir con mayor logicismo (sí, la palabra es acuñamiento mío).
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