Nada

Desperté con la cabeza vacía. Es horrible. Especialmente, porque amaneció vacía por dentro pero también por fuera. Es muy raro de ver. No sé explicarlo, sólo que no hay ojos, ni boca, ni cabello, ni nada. Ni siquiera piel o hueso. Nada. Si me miran de frente, y posan sus ojitos en donde deberían estar los míos, verán una infinitud de color incierto (no es un color, pero sus mentes lo procesarán así, porque no están listas para enfrentarse al vacío absoluto).

Es muy raro ver esa nada tan pequeña y a la vez tan infinita (infinita por ser nada, pequeña porque ocupa sólo el espacio correspondiente a la superficie de mi cabeza).

Lo peor del caso es que no puedo pensar en algo qué escribir (nada adentro) ni puedo ver el teclado (nada afuera), así que me pregunto, retóricamente, claro está, quién está escribiendo esto. ¿Nadie?


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