Agh
Me costó mucho trabajo solucionar lo del cerebro y el hermano zombie. Por eso no había escrito, pero ya volví. Los días han estado raros, contrastantes, y eso sí: muy cansados. Por eso me cayó de perlas el viajecito a Oaxaca (estoy en Oaxaca): resulta que invitaron a Alberto a un Coloquio Internacional de Imaginación Literaria (eso significa, hartos escritores que leen 10 minutos cada uno, y luego preguntas de la gente); y como ser la novia del escribidor tiene sus privilegios (qué bueno que las exnovias no se enteraron, porque entonces seguiría yo formada en la fila de solicitantas, ja), pues acá ando, gorrona todo pagado :)
El viaje, en avión. Recepción con edecanes y toda la cosa. Hotel bonito, comida sabrosa, y lo que me ha tocado escuchar de las lecturas (la primera mesa fue ayer, hoy tocan otras dos) ha estado muy muy bien. Me gustó en especial un cuento de Felipe Garrido, quien es, por cierto, una persona simpática y cálida.
Creo que de todo el grupo de escritores, escritoras y acompañantes, Alberto y yo somos de los más mocosos. Bueno… hoy llega Jair Cortés, quien es más joven, y eso va a estar cool :)
Espero con especial entusiasmo la lectura de Eliseo Alberto… acá entre nos, de Caracol Beach leí UNA frase que me encantó. Hay libros que me gustan mucho enteros, pero esa frase supera sola a muchos liros enteros, así que creo que se vale ;)
Ahora tengo que hacer un guión: venir de colada no implica darle la espalda a las propias responsabilidades.
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