Un gato pastoso
Anoche tuve un sueño raro: iba con Alberto y otras personas (un par de amigos de él y varias personas que en la vida real no conozco) a una clase de yoga. En el camino me enteraba de que yo era quien tenía que dar la clase (absurdo, nunca he tomado una clase de yoga) y mientras se juntaba más público, reflexionaba y me auto-convencía de que no era ético que diera una lección de algo que no sé.
Y lo que más me preocupaba en el sueño era que los amigos de Alberto me criticaran mala onda (son un cuate y una cuata que, de un modo u otro, me han dado mala vibra desde el principio: siento que nomás no les caigo y lo han medio-demostrado en más de una ocasión).
Total, que manejaba mi autito con Alberto de copiloto, la demás gente siguiéndonos en otros coches, buscando el lugar adecuado para la clase de yoga. Y en el camino pasábamos junto a un aeropuerto a orillas del mar. Por desgracia no había playa, porque parecía el sitio ideal para la dichosa clase (¡quién la iba a dar? misterio).
Nos estacionábamos buscando el lugarcito adecuado y me topaba con un espacio verdísimo, húmedo, lleno de plantas y pasto. Había un estanque pequeñito y, a la orilla del mismo, un gato.
Pero no era cualquier gato: era un gatuelo verde!!! Me acercaba a verlo mejor y me daba cuenta de que, como las paredes y el piso del lugar(?), el gato entero estaba cubierto de pasto, como si le creciera de la piel. Y no parecía molestarle.
Me acercaba más, con la intención de acariciarlo. El gato caía al estanque. Me lanzaba al agua tras él, para salvarlo. Lo depositaba en tierra y, mientras flotaba en el estanque, me preguntaba si no terminaría yo toda cubierta de hierba también…
Nos volvíamos a subir al auto, esta vez manejando la amiga de Alberto, conmigo de copilota. Me sentía incómoda porque no quería que ella manejara mi coche, y porque Alberto se había pasado al asiento de atrás. Pero me quedaba calladita, y arrancábamos, seguidos por los otros coches, en busca del sitio para hacer yoga.
(Y desperté con mi gata en mas piernas, ronroneando suavemente).
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