Gratitudes e invitación

El fin de semana fue extraño. Por una parte, recibí muchas felicitaciones (y aprovecho este post para agradecerlas, todas, a todos ustedes tan felicitadores); pero por otra, me enteré de que para el grupo que yo alguna vez consideré ‘mi grupo’ ahora soy persona non grata. Creo que lo más curioso es que no me dolió como me imaginaba que dolería. De hecho, sentí alivio de poder cortar de este lado un lazo que del otro ya está cortado (y que yo traía un poco a remolque). Son cambios, crecimiento, duele un poco, pero hay gente querida cerca, así que está bien.

Creo que lo molesto es saber que hablan a las espaldas de una en vez de decirle de frente lo que piensan. Pero -bueh- supongo que es parte de la humanidad. A fin de cuentas, para algo tenía que servir la espalda, ¿no?

Por otra parte, desayunos, comidas, ida al cine y al teatro, fueron parte del festejo. Una barbacoa y un poco de trabajo con amigos queridos; etcétera.

Vamos bien.

Ya hay diseño de vestido y ya tomaron las medidas: vamos mejor.

Por último, hice algunas llamadas telefónicas atrasadas: a la mejor amiga de mi mamá, a mi maestra de tercero de kinder. Ambas se portaron cálidas y cariñosas.

Fue un buen finde.


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