Autor: Raquel

  • Una postal que llegó hoy

    No van a creerlo. Hace rato llegó el cartero y, por primera vez en semanas, traía algo que no era ni estado de cuenta no publicidad de pizzería, ni carta-bomba (ya les contaré…)

    Con emoción vi que se trataba de una postal para mí. El texto, literalmente escrito con las patas, dice:

    «Ola habrelataz! Techado de menoz. Lla hestoi en el Polo i tengoh una nobia. Ez mui buapa, ce yama Copodeniebe. Klarro ke en lenjuage pinbuino ce dise diferenthe. Halgo ací komo CUUUUUUUUUUITPPPPPPPRTPIOPIO.

    I con la nobedad de ke nos bamoz a kazar. Noh, a kasar. Luejo tespliko porgué. ¿Bienez a la voda? Trai atún. Digo. Atúnobio (no piences ke nomáz tescrivo por la komidah). Perro tanvien trai atún.

    hesta foto hesdel dia kenpesamoz las platicasiones prematrimonialez en la higluecia.Tescrivo luejo.»

    Supongo que ya saben quién firma…

    ¡y luego de ver la foto, creo que ya sé el motivo de tan apresurada boda! (por lo menos no se casa con Björk)

    Deíctico y su novia, llegando a la igluesia de la colonia Polo Ampliación.

  • Los blogs también tienen almas gemelas

    Hoy desperté con el ánimo renovado. No es que haya disminuido la cantidad de trabajo (pro supuesto que no) pero al menos me siento menos agobiada. Total: la vida va a seguir con o sin chamba, y para qué hacerme la vida de cuadritos yo sola.

    En fin. Que me desperté más tarde de lo usual (a las 6.50) y me bañé. Mientras estaba en la regadera, caí en cuenta que tenía varios días que no pasaba por ahí. Ahora entiendo que ese sano color chocolate no era por estar tomando sol… y que el extraño olor que me rodeaba no era el de pensamientos podridos. Ja.

    Estoy de nuevo color amarillo-verdoso; menos saludable pero limpio, y escribiendo hoy, aquí, luego de echar un ojo a los comments que me dejaron y a los links correspondientes.

    Y aquí es donde la nota empieza realmente:

    Los blogs también tienen almas gemelas

    Resluta que visité el blog de Camila, quien me dejó un mensajillo por acá. ¡Wow! Si tuviera que colocar los blogs por afinidad, el de ella estaría en los primeros lugares, junto con el difunto Felisa me muero (q.e.p.d.). Reí mucho con su texto sobre las colas, me identifiqué con lo que dice sobre Big Brother pero, sobre todo, es el tono. No sé si pe explico: podríamos tener ideas opuestas, pero el tono hermana los blogs. O algo así.

    Estoy tratando de decir que me gustó mucho y cae en la clasificación de blogs de: ‘eso me hubiera gustado escribirlo a mí’. O algo asá.

    En fin. Ya estoy viejita y ni siquiera puedo explicar esto que me pone emotiva. Je.

    Ya luego escribiré mi teoría de las almas de los blogs, las afinidades y las desafinidades.

    Nueva sección: recomendaciones bloguísticas

    Hoy, en especial, quiero recomendar el blog de Luisfey, con sus historias por entregas: tiene ya un estilo muy propio y muy diver (chequen la historia del gato-perro).

    También recomiendo el de Rodrigo, recién rediseñado por la profesora Mergruen, quien, por cierto, nos deja aterradoras imágenes en su texto sobre los pulpos…

    La tercera de hoy es un blog rarísimo, pero que me gustó mucho: el de Lisa. Obviamente, es un pseudónimo basado en la peli de los Quay; pero es lo de menos. Los textos, breves (¿prosa poética?) y contundentes, dejan erizados los pelos de la nuca…

    That’s it por hoy.

  • Lista de pendientes

    1. Terminar dos millones de guiones para canal once

    2. Terminar el guión para mi primo Andrés (ya está)

    3. Corregir exámenes de Aztec Tech y Cigcite

    4. Conseguir un buen masaje

    5. Conquistar la Galaxia Andrómeda y construir ahí mi Imperio Ultragaláctico

    6. Corregir el guión de ‘La nueva’

    7. Terminar el cuento de la barba rebelde

    8. Corregir el cuento de Anameli

    No, si por actividades no paro. Como le comentaba a una compañera de trabajo, tras el cuarto despido en quince días: si de algo no me puedo quejar, es de que mi vida sea aburrida….

    (Raquel: esa vez, tú… no fuiste nominada)

  • La barba rebelde

    (primera parte)

    De toda la familia, el que mejor le cae a Rodrigo es su tío Melquia. No sólo porque tiene un nombre rarísimo (en realidad, se llama Melquíades y le dicen así de cariño, pero sigue siendo un nombre raro, ¿no?). También porque tiene una barba larga, larguísima, que le llega a la cintura. Y la barba del tío Melquia no es nada más larga: también es rebelde y le gusta tomar iniciativas:

    —Un día que estábamos en París…—comienza a contar el tío Melquia.

    —¿Quiénes? —pregunta Rodrigo, curioso.

    —Mi barba y yo, claro—dice el tío, y sigue la historia, sin enojarse por las preguntas del sobrino—. Un día que estábamos en París…

    —¿Dónde es París?

    Y el tío le cuenta de la ciudad tan bonita, llena de gente patinando, con una gran torre y un río en medio (de la ciudad, no de la torre: Rodrigo tuvo buen cuidado de preguntar el punto).

    —Pues estábamos en París y mi barba decidió enamorarse —sigue el tío Melkia. Rodrigo lo quiere mucho porque, además del nombre raro y la barba rebelde, tiene mucha paciencia y sabe que si Rodrigo pregunta no es porque le aburra la historia sino al contrario: quiere saber todos los detalles.

    “Mi barba es aventurera y yo también, así que por lo general nos llevamos de maravilla. Pero un día, en París —que es la ciudad del amor, según dicen— ella decidió enamorarse. Y como era su primer enamoramiento, no escogió a cualquiera, no: se enamoró de la bufanda de una señorita muy guapa que iba pasando a nuestro lado.

    Cuando crucé la calle (y la señorita se quedó mirando la vitrina de una tienda) mi barba se quedó pegada a su bufanda, pero yo no me di cuenta».

    VA LA ENCUESTSA: ¿Vale la pena seguirle? ¿O mejor lo tiramos a la basura?

  • Hay ausencias que matan…

    Y otras que no. Como ésta. Y lo que pasa es que he sido tomada como rehén, vendida al mejor postor y esclavizada. Todo aquí, en México, donde se supone que esas cosas no ocurren.

    Es chistoso: cuando estoy en el trabajo principal (canalito once) hasta la panza me duele. No me gusta estar ahí. Ya no. Pero me pongo a hacer los guiones y se me olvida donde estoy. Si por lo menos no fueran tantos los que hay que hacer, si por lo menos pudiera descansar un poco…

    Estos últimos cinco días: cuatro me levanté antes de las 6 y uno (hoy) a las siete y media. Y de los cuatro anteriores, dos antes de las 5 y dos antes de cinco y media.

    Estadísticas jodidas, en realidad.

    No estoy bien.

    Oh, no. Pero no queda mucho por hacer.

    En fin. Otro momento en el que me siento radiante es cuando doy clases. Me encanta, es otro mundo. Pero al final quedo tan drenada que es imposible sentarme a escribir más guiones.

    Esta es una de mis peores notas. Lo sé. Lo confieso. Y es que, más que escribir algo bonito, estoy vomitando las angustias.

    (***)

    Como no tengo cosas bonitas qué decir, mejor les comparto un link sumamente lindo. Es acerca de la mejor caricatura que ha conocido el mundo (el mío, al menos): La Pantera Rosa.