Autor: Raquel

  • Lista #30

    10 prendas de vestir (o calzar, pues) que he amado

    1. Una sudadera azul, benetton, que se suponía que era para mi hermano, pero que le quedó grande. Yo la usé y la usé hasta que mi papá pensó que era un trapo inservible. Cuando encontré la sudadera en una cubeta, lista para ser utilizada en el lavado del coche, la rescaté, la lavé… y la seguí usando algún tiempo más.
    2. Mis primeros converse, comprados en Tepito. La suela estaba tan sucia que parecía gris de origen, además de que estaba llena de dibujitos hechos a pluma (por mí y mis amigos de la prepa). Los dejé ir cuando la suela se desprendió. Sniff.
    3. Unos tenis de franela de cuadritos que adoré y que se quedaron en la basura en Tolantongo: ya no tenía caso que volvieran a casa luego de ese viaje.
    4. Un vestido de ropa de paca, negro, corto, línea A, que tenía un dibujo de flores y encima forro como de tul. Era lo máximo. Se lo robaron en una ida a la tintorería (le abrieron el coche a mi papá y se llevaron todo lo de la cajuela, ay).
    5. Un vestido de franela, a cuadros, sin mangas, que yo simplemente adoraba y que casi se pierde en una (otra) ida a la tintorería).
    6. Mi vestido «de voltéame a ver»: negro, largo, terciopelo, de agujetas. Acá lo tengo aunque es obvio que ni de broma quepo ya en él.
    7. Un suéter negro, enoooorme, cuello v, que me agencié en la paca y que usaba con pants y un top sin mangas cuando quería verme «sport dark».
    8. Un pantalón acampanado, de mezclilla, que se veía genial con zapatotes de tacón ancho.
    9. Mis botas rockport altas, de cuña y charol negro, super buenas para días de lluvia. Las sigo extrañando.
    10. Mi suéter peludo, negro, actualmente en uso :D
    11. Pilón: la única prenda de color café con amarillo que he amado, una falta como de porrista, tejida (no sé si por mi abuela o por mi tía Amparo), que usaba sin parar cuando tenía unos tres años, creo.
  • Lista #29

    10 objetos que tengo conmigo la mayor parte del tiempo

    Curiosamente, el papelito de hoy lo sacó ¡Morris! (Awww, el gatito meticheeee). Y bueno, le pensé un poquis porque iba a empezar a mencionar los calzones y el pelo de gato en la ropa, pero creo que no es por ahí por donde tiene que ir esta lista. Así que, luego de definirme tantito, quedó así:

    1. Mi celular. No quisiera, la verdad; pero lo cierto es que apenas nos despegamos durante el día.
    2. Antes de la pandemia: un anillo en el dedo anular de la mano derecha. Hubo un tiempo en que traía anillos en cuatro dedos por mano, pero luego me quedé sólo con uno. Use por un largo tiempo un anillo de plata con piedrita negra (lo compré en La Lagunilla) hasta que un día lo pisé y lo rompí, bua. Desde entonces el anillo iba cambiando, pero su ubicación no -hasta que llegó el coronavirus y la recomendación fue no usar joyitas y tal. Y ps lo extraño.
    3. Un cubrebocas. Oh, sí: la pandemia me quitó el anillo, pero me dio el cubrebocas (hm). Incluso si estoy en casa, traigo en el bolsillo mi cubrebocas, por si viene alguien… o por si tiembla y hay que salir corriendo.
    4. Una liga para el cabello. Aunque lo traiga amarrado, suelo traer una liga adicional por si lo que sea.
    5. Mis lentes. Nocierto. Nunca sé dónde los dejo. :(
    6. En el coche siempre traigo un gel antibacterial, una crema humectante, algunas monedas y una pluma.
    7. En la bolsa siempre traigo una libreta y una pluma.
    8. En mi cartera no deben faltar mi credencial para votar, mi licencia de conducir, mi tarjeta de débito y mi credencial del Sam’s.
    9. En la mochila de mi compu: un adaptador usb-c, un mouse, una memory stick, una libreta y una pluma.
    10. Junto a mi cama siempre hay: algún libro, tapones para los oídos, gotas para los ojos, una libreta y una pluma.

    En otros temas, ¿ya vieron el re-diseño de éste, su sitio amigo? Todavía está en construcción, pero se ve lindo, ¿no? (agradezco públicamente a Alberto, por el cambio de plantilla) :)

  • Otro bonche de listas

    ¡Qué difícil es mantener una rutina durante los días festivos! De verdad que yo quería ser más constante con esto de las listas, pero otra vez se me juntaron algunas. Aquí van, pues.

    25 de diciembre: 10 cualidades que aprecio en los demás

    1. El sentido del humor. De ese humor que es reír con uno y no de uno, aclaro. Puntos extra cuando alguien sabe reírse de y con su propia persona.
    2. La empatía. Que se interesen en lo que les pasa a los demás y sepan escuchar -escuchar de verdad, no sólo estar en silencio en lo que les llega su turno de hablar.
    3. Que puedan ver un panorama completo antes de actuar -y que elijan la solución más práctica y benéfica para todos los involucrados. Es algo así como «el sentido común», pero creo que no debería llamarse así, porque no es tan común.
    4. El optimismo. Pero no ese optimismo chocante de querer verle a todo el lado bueno, sino ese otro que reconoce cuando algo no tiene lado bueno pero se confía en que algo mejor puede ocurrir. Y que sabe resaltar lo bueno que ocurre y no sólo lo malo.
    5. El sentido de la oportunidad. Que sepan cuándo hacer una broma, cuándo escuchar empáticamente, cuándo dar un consejo… y hasta cuándo mostrar el optimismo arriba mencionado.
    6. La alegría de vivir. Es algo muy dionisiaco, creo; pero lo interpreto como saber disfrutar de la comida, la bebida, la música, el cine, un parque, la brisa en el rostro…
    7. La paciencia. Que no es lo mismo que la pasguatez, que conste. Respeto mucho a una persona que no se harta a la primera ni se enoja con lo primero malito que le pasa ni se da por vencida ante un obstáculo.
    8. Equilibrio entre mente fría y corazón empático. Es una de las cosas que más respeto y admiro.
    9. Que sepan contar buenos chistes.
    10. Que le guste compartir lo que le gusta.

    26 de diciembre: 10 formas de pasar una gran tarde con mi pareja

    1. En tiempos no pandémicos: nada como una ida al cine y luego a un café pa platicar horas sobre la peli
    2. En tiempos no pandémicos: una ida a un museo y luego a un café pa platicar horas sobre la exhibición
    3. En tiempos no pandémicos: una ida a una librería y luego a un café pa platicar horas sobre los hallazgos
    4. En cualquier momento: una sesión de ver pelis o series en casa
    5. En cualquier momento: una sesión de leer juntos (o uno de los dos leyendo en voz alta para el otro)
    6. En cualquier momento: una sesión de hacer postres juntos
    7. En tiempos pandémicos: una sesión extrema de arreglar libreros
    8. En cualquier momento (excepto semáforo rojo): una excursión al parque cercano para cazar pokemones y tomar fotos.
    9. En cualquier momento: una sesioncita de cada quien en su rollo, pero los dos en la sala; eso sí, con buena música de fondo.
    10. En cualquier momento: un rato de relax, descansando nomás.

    27 de diciembre: 10 obras audiovisuales que me decepcionaron

    1. La Alicia de Tim Burton. Horrible más allá de toda esperanza.
    2. Don Gato en inglés. Pésimas voces.
    3. La versión gringa de «No te lo pongas». Nada como Trinny y Susannah.
    4. Rent. Las rolas me gustan, pero no es como para enloquecer, la verdad.
    5. The walking dead. A-bu-rri-do.
    6. Babadook. Iba bien, pero al final como que se cae. Bu.
    7. Midsommar. Me la habían vendido como la gran cosa y la verdad es que mñé.
    8. El remake de Cuna de lobos. Ni al caso.
    9. Las últimas temporadas de Lost. Sin pies ni cabeza y un final pééésimo.
    10. Flight of the living dead. Pensé que iba a ser una comedia divertida y nomás fue una cosa mala y aburrida.

    28 de diciembre: 10 piezas «clásicas» que me gustan

    1. El Canon de Pachelbel. Sí, está súper choteado, pero… me gusta. Y mucho, je.
    2. El concierto para oboe en re menor de Marcello
    3. Gymnopedia #1 de Satie
    4. En la gruta del rey de la montaña, del Peer Gynt de Grieg
    5. Cire perdue de Wim Mertens
    6. 4 mains de Wim Mertens
    7. Jesús, alegría de los hombres, de Bach
    8. La polonesa heroica de Chopin
    9. La novena de Beethoven, claro. Manque sea lugar común.
    10. El huapango de Moncayo.

    (Estoy descubriendo que hay muchas rolas «clásicas» que me gustan un chorro pero de las que no sé el nombre ni el compositor, bu. Tendré que hacer algo al respecto).

  • Lista #24

    10 juegos que han sido mis favoritos

    Hace mucho tiempo me topé por casualidad con la obra de Jean Genet y me encantó. En particular amé una frase que viene en su poema «El condenado a muerte»:

    No me lamentaré por cruel que el juego sea.

    Esa frase se ha quedado como una especie de mantra para mí, donde «el juego» es la vida. —Y bueno, me acordé de ella a la hora de hacer mi lista de juegos y pues se las comparto a modo de regalito navideño ;)

    Dicho lo anterior, vamos con la lista:

    1. Los sims 2 -ah, cómo me encantaba. Quisiera volverlo a jugar, la verdá.
    2. Lince. Era un juego de mesa que mi hermano y yo jugábamos de muchas formas distintas, je.
    3. Candy Crush -pa qué les miento. Soy re fan.
    4. De Atari, me encantabam «Adventure», «Joust» y Mario bros.
    5. De Nintendo, Super Mario Bros. pero sobre todo el Super Mario Bros 2
    6. De Super Nes, Super Mario World
    7. Tetris
    8. El juego de mesa de la revista MAD, era buenísimo.
    9. Uno de compu bien creepy que se llamaba «D»
    10. Resorte. Creo que es el único juego físico que me ha gustado muchote.
  • Lista #23

    Diez materias / cursos / maestros que recuerdo… con disgusto

    1. Miss Arlette, mi maestra de segundo de kinder. Era brusca, gritona y una vez me castigó (¡me mandó al rincón!) por algo que no hice yo.
    2. Mi maestra de 5o. Yo sé que me quería bien, pero nos gritaba «parásitos» y golpeaba el pizarrón o el escritorio con la parte de atrás del borrador.
    3. El de mate de sexto de prepa. Explicaba mal, hablaba quedito, era prepotente e intransigente y, para colmo, libidinoso.
    4. Artes Plásticas en la secundaria. El maestro me caía bien, pero no aprendí nada de nada.
    5. La vaca sagrada contracultural de mi carrera en la universidad. En el momento me la pasé bien, pero a la distancia veo el timo y sí me enoja. Chale.
    6. Teatro en la prepa. Una pérdida de tiempo si no eras de los consentidos del maestro (los que en vez de entrar a sus clases se la pasaban en el taller).
    7. Saúl, en la uni, que dejó que cada quién se autocalificara. Chafísima.
    8. Si bien amé la oportunidad de tomar clases con Jean Claude Carriere, y el hombre fue maravilloso, maravilloso, el hecho de que sobrevendieran lo que iba a ser un taller y lo convirtieran en una especie de master class, con él teniendo que responder a preguntas estúpidas, me sigue pareciendo chafísima.
    9. Ele último maestro de italiano que nomás estaba ligando con una morrita de la primera fila.
    10. Educación física en la secundaria. El horror.