Autor: Raquel

  • Un mensaje fugitivo

    Después de muchas horas de experimentación descubrí que los pingüinos

    • no comen helado de cajeta con nuez, ni de limón, ni de chocolate
    • comen sushi y caviar
    • no comen flores frescas
    • comen salmón
    • no comen maestras de escuela ni jefes neuróticos
    • no comen juguetes de plástico
    • no comen pescado de papel
    • comen atún
    • comen comida para gatos sabor salmón, pero comienzan a maullar de forma extraña
    • no comen ratones, pese a los maullidos
    • se aburren si se les encierra en un refri
    • hablan pestes de los esquimales
    • hablan pestes de los osos polares
    • piensan que las focas son simplonas
    • creen ser la especie más feliz del planeta
    • bailan twist con la música de Kenny G
    • se espantan con las historias de fantasmas
    • no entienden los chistes
    • suspiran por usar corbata de moño y subirse a un escenario a cantar arias de La TraviataCon base en todos estos hallazgos, tengo al pingüino que me robé del zoo en la tina del baño. La llené de hielos y parece que quedó bien, porque al verla, el animalito aplaudió un par de veces y me dio un beso. Lo estoy alimentando con latas de atún, que de lo que come es lo más barato (y lo que trae menos efectos secundarios para su comportamiento… y para mi bolsillo, claro).Ayer en la tarde lo saqué a pasear. Fuimos a comprar un ventilador. A la gente le dije que era mi hijo, que acababa de hacer su primera comunión y por eso el traje… Lo que me ofendió no es que me creyeran, sino que más de dos dijeron que camina idéntico a mí.

      Tal vez en otra vida fui pingüino, tal vez lo soy ahora.

      En todo caso, yo tengo que ir a trabajar, y él no. Y no sé qué hacer, tengo dos gatos… me dolería volver a encontrar a mi pingüino hecho falda hawaiana (estos gatos son…)

      Y ni modo de llevarlo, con todos esos letreros en la calle, con fotos del pingu y un letrero que dice ‘se busca’ (gracias, Mergruen, por el pitazo. Si no, yo habría pensado que eran carteles de algún próximo concierto de Les Luthiers).

      Mientras, saludos a todos los que se han descolgado por acá :) Que tengan un buen inicio de semana (para mí, esta semana inicia en martes)

  • Mensajes de los patrocinadores

    • Que dice el guestmap (extrema izquierda, abajo del contador inservible) que se siente triste y deprimido porque nadie le dice nada (excepto cuatro muy loables y bien recibidas excepciones). Así que si tienen unos segunditos para darle el avión en su cursilería, se los agradecerá harto.
    • Tengo un secreto, tengo un secreto! (gracias, señor don feo!!!!) A ver si Pili y Mili (mis dos neuronas) lo procesan bien y lo siguen guardando :)
    • ¿Alguien sabe qué comen los pingüinos? (Helado de cajeta con nuez, no)
  • Cuentito de Ana María Shua

    para JeRe

    Para poder dormirme, cuento ovejitas. Las ocho primeras saltan ordenadamente por encima del cerco. Las dos siguientes se atropellan, dándose topetazos. La número once salta más alto de lo debido y baja suavemente, planeando. A continuación saltan cinco vacas, dos de ellas voladoras. Las sigue un ciervo y después otro. Detrás de los ciervos viene corriendo un lobo. Por un momento la cuenta vuelve a regularizarse: un ciervo, un lobo, un ciervo, un lobo. Una desgracia: el lobo número treinta y dos me descubre por el olfato. Inicio rápidamente la cuenta regresiva. Cuando llegue a uno, ¿logrará despertarme la última oveja?

  • De insomnios

    Casi tres de la mañana. No puedo dormir. Tal vez es señal de que sí: que tengo que ir al zoo a robarme un pingüino.

    Deséenme suerte, creo que es delito federal.

    Mientras, el ánimo, poco a poco, vuelve a estabilizarse.

    Es horrible estar enferma y enterarse de que las becas se las dan sin pudor a trabajos espantosos. Sniff.

    Si saben de algún mecenas que quiera becarme (Yahoo, Blogger, Google serían buenas opciones), avísenle que es el momento ideal…

  • De no creerse

    Ay, de alguno de los blogs recientemente visitados (damn, no puedo recordar de cuál!) tomé el link a esto otro. Eek. A dónde vamos, eh?