Categoría: Aventuras frente a grupo

  • Título por definir

    Las lechugas vampíricas

    o tal vez

    La pingüirena vampira

    o quizá

    Un misterio insoluble

    Entre que Blogger anda de bajo impacto y el próximo jueves tengo examen de francés (je ne parle pas françois), me he sentido ya menos apuchurrosa, pero todavía sin ganas. No es cansancio exactamente, pero tengo una hueva de todo…! Veo la compu y me duele la espalda. Veo la tele y se me revuelve el estómago. Veo los pendientes trabajacionales y me dan ganas de dormir. Veo la cama y me dan ganas de bailar chachacha con una jirafa transexual.

    En resumen, que ahora tengo más en común con la Reina Isabel (estoy de adorno) que con mi gato (que, curiosamente, también está de adorno, pero tiene la cara peluda. Aunque creo que la Reina Isabel también. Qué diablos).

    Y claro, en los pocos ratos de lucidez me pregunto si no habré sido infectada por el virus de las Lechugas Zombimutantes venidas del inframundo escolar. Luego, me pareció recordar entre brumas que, mientras yo me marchito, los alucnos parecen cobrar vida y movimiento, y entonces llegué a la conclusión de que son wampiritos. Es claramente visible: vampiros mentales. Toman el aspecto de inocentes lechugas y cuando uno se descuida… ¡zzzzzup! le roban la voluntad. Ahora entiendo qué pasó con su anterior maestro. ¡ASESINOS! AAAAAAH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

    Aunque… tal vez no es así la cosa. Tal vez la Pingüirena tiene un canto sedante que no le hace nada a los pingüinos (Deíctico anda tan activo como siempre, organizando a los gatos de la colonia como acólitos de su nueva religión) ni a los gatos (mis gatos siempre han sido plastas). Y mientras, mis ondas alfa están al borde del coma. O del punto y coma. Es algo muy extraño.

    Hay una tercera posibilidad: que entre el calor y la chamba esté mujarta (como decían en mi tierra) y si a eso le sumamos la carestía y los conflictos políticos (por el puro placer de agregar algo; lo mismo podríamos añadirle una taza de azúcar y batir a punto de nieve), pus el resultado es una Yo a punto de turrón.

    Cabe una cuarta posibilidad: hay una conspiración en mi contra y me están poniendo pequeñas dosis de arsénico en la comida. Mis generales tendrán que rendirse. El pueblo llorará mi decadencia. Moriré en Santa Elena. Pero la historia me absorberá :P

  • Cursitota

    En otros asuntos: la clase de hoy fue muy muy satisfactoria (alguien había preguntado… de qué damos clase? de español, a primero de secundaria). Fue raro: al borde de la desesperación, elegí el primer cuento no mío que encontré en mi compu. Era un fragmento de ‘Muerte por Saudade’ de Enrique Vila-Matas. Creo que está en mi compu desde hace años, cuando nos dio a Ernesto y a mí por transcribir pedacitos de textos para mandárnoslos por mail. El punto en que se interrumpía el cuento no era adrede (creo que fue cuando nos dempezó a dar hueva a Ernesto y a mí eso de estar transcribiendo), pero no estaba ‘tan’ mal.

    Total: la clase la íbamos a dar entre los dos (Alberto y yo) y como me quemé hoy en la mañana y estaba de MUY mal humor, estaba casi deseosa de que los alucnos se nos subieran a las barbas, para mandarlos a la dirección y todo eso.

    Misterios de la vida… el texto de Vila-Matas les gustó. Se quedaron callados más de 30 minutos , desde que les leí el texto en voz alta y hasta que terminaron el ejercicio tipo ‘lectura de comprensión’ que les anexamos.

    El apoyo de Alberto fue vital: me hizo sentir más segura, sobre todo porque siendo dos es más fácil que uno lea o explique y el otro ande entre las bancas: Siéntate bienTira ese chicleDeja de dar lata

    Pero además, LES GUSTÓ EL TEXTO y no les hizo gracia el textus interruptus!

    Tienen salvación, creo. Se me hace que luego les llevaré lo que sigue del cuento, ya no como trabajo, sino por puro placer estético.

    Hmm… una de las niñas más latositas del salón se me acercó y me dijo: ‘No me soporto’. Si fuera yo una cínica del mal, le habría dicho: ‘Te entiendo, yo tampoco te soporto’. Pero no me va. La neta, sentí una especie de tristeza y me acordé de mi propia adolescencia (long long time ago…). Platiqué un rato con ella. Mientras, Alberto resolvía dudas de unos y otros. Es bonito trabajar en equipo.

    Es bonito ver cómo las lechugas mutantes se convierten en otra cosa.

    Ando cursisota.

  • De sobreviencias

    Tendría que ir en orden y contar, primero, que Deíctico recibió su primera oferta laboral desde que llegó a estas tierras. Manda decir a Bef que se siente honrado y que agradecido.

    O ir más atrás y contar, precisamente, que ayer premiaron a José Luis Zárate los de Vid, y que en la ocasión (medio desangelada, pero bueh…) vimos a Bef, al señor Sifuentes, a Libia y, por supuesto, a un muy trajeado y sonriente Zárate. Y que qué mal plan que la premiación haya sido como el ‘pilón’ de otro acto que nada qué ver.

    Pero no, no voy a empezar por ahí, porque lo que ocupa mi mente es mi horda de lechugas zombies.

    Y aquí vienen las buenas noticias: en algunos ojos he empezado a ver algo… una especie de chispa… un par de chavillos participones, una niña que ya se leyó completo el libro (ay, y que me recordó mucho a mí, por lo que no puedo sino tenerle simpatía, je) y una que otra manita alzada, sea con dudas o con opiniones.

    Ay, pero son tan demandantesssss! Tenerlos participativos pero tranquilos durante 50 minutos requiere de un despliegue de fuerzas impresionante.

    Hoy leímos un texto de Woody Allen (ayer, con Alberto, leyeron a Amparo Dávila -espero que alguno de ellos, cuando crezca, recuerde esto con gusto) e hicimos un ejercicio: describir un animal inventado. Luego, un texto de Pescetti y una platicada sobre descripciones. Y una tarea. Todo aderezado con mis mejores chistes (que ellos no entienden, sniff) y mi peor circo (que les da mucha risa, hmm).

    Benditos los cielos que mañana y pasadomañana no tienen clases.

    Para el lunes, más Pescetti. Total, si no van a aprender a redactar en este curso, (quedan dos meses y su anterior maestro no les dio ni los buenos días) por lo menos que le encuentren el lado mono a la lectura.

    Hablo como madre primeriza, ¿verdad? Tres días (y eso que ayer no me tocó a mí, sino a Alberto) y ya estoy clueca.

    Ha de ser por eso que ya me encariñé, también, con el pingüino.

  • Las lechugas humanas

    El Magno Ciclo de Terror, Muerte y Destrucción presentaaaa

    La secundaria del mal

    Ayer fuimos a dar una clase de español en una secundaria. Qué cosa tan triste! Yo temía que los chavitos fueran los típicos adolescentes, esos que suben, bajan, gritan, dan lata… pero nop. Estuvimos (Alberto y yo) frente a las Lechugas Humanas, seres que se dejan caer sobre sus bancas haciendo ‘plop!’ y que entran inmediatamismo en un coma vegetativo. Nadie interrumpe, pero es obvio que sus mentecitas están leeeeeejos, leeeeejos, a millones de años luz.

    El libro de español es asqueroso. Me cae, de dar náuseas. Y los chavoides y chavoidas tienen una ortografía… de vegetal, claro.

    Me dio muchísima tristeza: ¿será que ahora el parche de ritalín es obligatorio en las escuelas? ¿será que la invasión de los brócolis del espacio (thanks superpoderosas) fue todo un éxito? ¿estaremos ante la nueva generación de tecnócratas, los que cambiarán los libros de texto horrorosos por audiolibros horrorosos?

    En todo caso, hoy Alberto intentará revivirlos un ratillo. Le deseo suerte.

    A mí me va a tocar ir el miércoles, y se me hace que les voy a dar una dosis de Natacha, a ver si sirve de algo.

    Si no… tendré que acudir con mis autoridades a informar que OTRA raza extraterrestre se nos adelantó y les succionó el cerebro…

    (Siempre cabe la posibilidad de que seamos malos maestros, pero… híjole, de veras preferiría que fueran latosos, da horror zambullirse en esos ojos vacuos. brrr)

    Nota a la profesora Mergruen:

    Por esto mismo de la maestrada sustituta, este miércoles estaré en el ruedo alucnal de 11 a 11.50 ¿Le late si nos vemos más tardecín, digamos 12.30; o si lo cambiamos al sábado?

    Post Data:

    Deíctico, luego de su paseo virtual con Julio, volvió a casa. Lo primero que hizo fue apoderarse de la recámara de mi hermano y llenarla de fotos de pingüinas en bikini. Se llevó el refri a su ‘cuarto’ y lo tiene con la heladera abierta de tiempo completo ‘para dar un toque sueco a su hemmiljö‘ (Julio, espero que esto no haya sido un consejo tuyo…)

    Lo más extraño es que no deja que entremos al baño. Sólo entra él, de noche, con una lamparita de petróleo. Y cuando se encierra, se escucha un murmullo que suena como gürrrrrrrrrrrrr-pirrrrrrrr, pero en bonito. Y dulce. Y cuando no está encerrado en el baño, de la tina sale un sonido como de chapoteo. ¿Tendrá una foca?

  • Pingüinos en la SOGEM

    ¿Hoy no había escrito? Recontra, lo lamento… es que me pasé toda la mañana preparando una clase para la SOGEM (sustituí por esta única vez a Alberto Chimal, quien aunque anda malito inició hoy su curso de lite fantástica mexicana).

    Estuvo cool, porque el tema me va bien: Humor en la literatura. Parece que no estuve mal, por lo menos me escucharon con atención y se rieron con algunas de las cosillas que les propuse (por ejemplo, ‘¿y si un pingüino llegara, se sentara en primera fila y participara más que los alumnos?’).

    En realidad, aunque estábamos hablando del nonsense, yo lo pregunté muy en serio, porque Deíctico (así se llama el Pingüino, ya que Pingu tenía derechos de autor) decidió que quiere escribir. De hecho, quería usar mi blog, pero tiene prohibido usar Internet. Todo porque ayer lo descubrí tratando de pedir por ‘amazon’ un libro sobre blogs, una dotación completa de whiskas, un igloo y dos focas. No sólo es carísimo: además, no tengo espacio (y si yo me estoy derritiendo con este calor, imagínense el iglú. y si con un pingüino en la tina la casa está hecha un desmother, imagínense con dos focas).

    En fin, así que pensé que le harían bien unas clasesitas en la SOGEM a mister Deíctico. Habrá que ver si lo reciben. Y de qué lo iremos disfrazando…

    Maribelita: Si lo reciben, en vez de decirle ‘ataca, pingu, ataca’, le diremos ‘escribe una égloga, Deíctico, escribe una égloga’. Y en lo que termino de decirle, ya se quedó dormido, jejeje.

    Niño invernal: lo he pensado y creo que no lo voy a devolver, así que tendremos que raptar a alguien más para poder ir al Vive Latino :) Por cierto, ¿cómo sobrevives este calor de la rechi…?

    Tibur: me late lo de las dimensiones, yo quiero ser un ser interdimensional (?)

    RJM: No he leído ese libro, me puedes dar más datos? Suena muy muy chido!!!!

    Gabo: Bienvenido, aquí no se discrimina a nadie. Pero si traes latas de whiskas mis gatos y don Deíctico te querrán mucho más :) (y de paso, boletos para el Vive Latino, para Winter Kid) :)

    Julio: Ya se le extrañaba por acá!!!!!! Un placer leerle de nuevo por estos lares. ¿Ya tiene nombre el gato? (Luego que venga por acá le invito a ver mi colección de carcarrisas y jadas. Digo, jadarcajas y sirras). :)