¿Estrenando? No, Blog rosita

Pues blogger ya furula de nuevo y ya estoy con la nueva interfeis. Bonita, simpática y limpia, sólo espero entenderla bien :)

Estos días he andado cansada, dando vueltas entre la secundaria y diferentes lugares onde dejar el curri. Ayer, por ejemplo, fue el periódico Reforma. Tuve que semi-discutir con la reclutadora porque se estaba portando muy déspota. Le dije que estaba bien que me preguntara cosas, pero que sería mejor si esperar a escuchar mis respuestas. Y que entiendo que ella ande en el acelere, pero que su presión me hacía más difícil contestar de forma concisa y clara. Je.

Me expuse a que me mandara a la chingueishon, pero se portó mucho mejor a partir de ese momento.

Hice una prueba de ortografía, llené una forma espantosa (piden que se escriba no sólo la historia escolar y laboral personal, sino también la de la familia) y me despedí, toda mona.

Hoy la entrevista fue en Puebla. Parece que yo les convengo muchísimo a los posibles empleadores; pero que ellos a mí, no. ¿Por qué la gente cree que hacer un guión es muy fácil, que cualquiera puede hacerlo, y que se puede pagar como si fuera una mugre? Misterio.

Pero el lunes les mandaré una muestra de mi trabajo y el miércoles, si no me dicen que me aman y que harán todo lo que yo ordene, me despediré de ellos para siempre. Snif. La neta, es una chinga, pero una chinga divertida. A la próxima entrevista que vaya, fingiré que soy sordomuda, o que tengo lapsos de amnesia. O llevaré a Deíctico. Y entonces verán lo que es bueno.

Con respecto a ese animalillo, debo decir que estoy preocupada. Y no por la mafia, que sigue rondando la casa (se ven vaciadísimos los pingüinitos con sus fundas de violín bajo el brazo). Sino porque a mi hermano le regalaron un pecesucho. Y Deíctico y mis gatos lo miran con una lujuria…!

Y no sé cómo, pero terminé haciéndome cargo YO del pez, por lo menos en lo que Fa regresa de sus vacaciones. Ah, hermanos necios…

Bueno. Pues parece que la presencia del pescadosio –que por cierto, se llama Mun-mung–ha distraído a Deíctico de sus raros planes.

Pero dudo que la calma –si es que a esto se le puede llamar calma– dure. Porque ya vi unos carteles que anuncian el concierto de Bjork.

Para mí que Deíctico pretende suplantar a la artistoida con la pingüina disfrazada que trajo de Islandia. Pero que me corten un brazo si tengo idea de para qué.

En otros asuntos: de mi grupo de lechugas mutantes suspendieron de aquí al fin del curso a Rosa, la chica guapa, la sexy, la rompecorazones. Y Oscar, el romanticismo hecho adolescencia, vaga por los rincones y suspira y pone cara de que le arrancaron una muela o un riñón. Pobre. Está por llegar a su primera desilusión. ¿Qué debe hacer Miss Reichel en estos casos? No meterse, claro. No queda de otra… y ni modo.

Estoy contenta de que haya vuelto mi blog. Eso de las vacaciones forzosas no me va.


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